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Sevilla

Monseñor Edgar Peña: “La Iglesia en Sevilla está haciendo bien su trabajo”

El sustituto de la Secretaría de Estado y legado pontificio, Edgar Peña, valora el impacto del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular

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  • Durante el encuentro con los medios ha señalado el valor de “la familia como primera transmisora de la fe”
  • “Donde hay hermandades, devoción popular bien hecha, hay vida en abundancia", dice

En el Arzobispado, Monseñor Edgar Peña Parra, Sustituto de la Secretaría de Estado y legado pontificio, ha compartido con los periodistas sus impresiones tras la inauguración del II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular.

Durante el encuentro con los medios ha señalado el valor de “la familia como primera transmisora de la fe”, un aspecto cargado de relevancia en un tiempo en el que se vive, dice, “un invierno demográfico”.

El enviado especial ha reconocido que regresa a Roma “sorprendido, gratificado y profundamente alegre por estar estos días en Sevilla”, al tiempo que ha felicitado a la organización del congreso.

Ha dicho: “La Iglesia en Sevilla está haciendo bien su trabajo”.

Son días en los que está descubriendo  “todo lo que hacen las hermandades”, recordando que cuentan con “siglos de experiencia, espiritualidad y cultura”.

Preguntado por el papel de las hermandades en medio de una sociedad cada vez más secularizada, Monseñor Edgar Peña ha subrayado que estas corporaciones son ”unas de las grandes transmisoras de la fe”.

Ha valorado: “Donde hay hermandades, devoción popular bien hecha, a través de la cual se evangeliza y la Iglesia hace el bien, allí hay vida, y vida en abundancia. Donde no hay se nota esta carencia”.

Uno de los momentos que ha destacado ha sido la entrega de la Rosa de Oro concedida por el Papa Francisco a Nuestra Señora de la Macarena. “Lo que sucedió en la basílica de la Esperanza Macarena, mi imaginación, que tengo mucha, no hubiese llegado a un cuarto de lo que viví esa mañana. Me llevo ese encuentro maravilloso de la gente con la Virgen y de la Virgen con la gente”, ha confirmado.

Monseñor Edgar Peña ha hecho un alegato a la importancia de la “alegría” en estos tiempos, y de lo que las hermandades pueden aportar.

Ha enfatizado: “Un santo triste es un triste santo”.

La experiencia de juventud y alegría en las Jornadas Mundiales de la Juventud, ha ejemplificado, son “el modelo y un reto porque se está viviendo un tiempo de mucha tristeza”.

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