El hombre de 37 años detenido ayer tras atrincherarse con un arma durante más de cuatro horas en un bar de Vélez-Málaga (Málaga) ha quedado hoy en libertad y se le ha impuesto una multa de 1.446 euros por un delito contra el orden público.
El hombre, Gustavo Sánchez Pastor, que se encerró en el bar para reclamar una solución al conflicto que mantiene con la comunidad de propietarios del edificio en el que se ubica el establecimiento, ha sido sometido a un juicio rápido en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Vélez-Málaga.
Según fuentes judiciales, el titular del juzgado ha dictado una sentencia por conformidad, en la que se ha impuesto a Sánchez una multa de 6 euros diarios durante ocho meses y un día por un delito contra el orden público.
Sánchez Pastor, propietario de la cafetería Lamia, situada en la calle Duque de Ahumada de Torre del Mar, núcleo de población de Vélez-Málaga, llegó alrededor de las 11.00 horas al bar y pidió a la inquilina a la que se lo tiene alquilado y a los clientes que estaban en su interior que salieran y se encerró en el local.
El hombre, que amenazó con quitarse la vida si no se resolvía el conflicto, finalmente se entregó a las 15.45 horas, tras la mediación policial y de un conocido, y salió por la parte trasera del establecimiento tapado con una sábana.
Según informó la Policía Nacional, una mujer avisó al 112 de que su marido se había atrincherado y amenazaba con quitarse la vida con un arma de fuego que tenía si el Ayuntamiento no cedía a sus pretensiones.
Tras el dispositivo establecido por los agentes, que acordonaron toda la zona, se resolvió el atrincheramiento sin incidentes con la entrega voluntaria de este hombre, que fue arrestado, y al que le fue intervenida el arma que tenía, que estaba inutilizada.
Según fuentes municipales, existen varias denuncias de la comunidad de propietarios del edificio por impago de las cuotas por parte del propietario de la cafetería.
En una conversación telefónica con Efe, Sánchez aseguró que no tenía deudas, que la comunidad de vecinos quiere que cierre el local que su familia regenta desde 1975, y que hace dos años tuvo que quitar la terraza del bar y posteriormente descubrió por las escrituras que no estaba obligado a ello.