Agentes de Medio Ambiente de la Delegación territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta en Málaga han decomisado un total de 30 medios de captura de animales ilegales en diversas operaciones contra personas que se dedicaban a vender este tipo de utensilios a través de Internet durante el pasado año 2017.
En concreto, han sido decomisados cinco cepos para la caza de zorros, jabalíes, corzos, ciervos; doce perchas o costillas para la captura de pájaros; doce redes invisibles o japonesas para la caza de pájaros; tres arbolillos artificiales para la captura de aves con liria o liga (pegamento), incluidos los utensilios de los mismos (crucetas plásticas, esparto, canutillos y botes de pegamento), según detalla la Junta en una nota.
Asimismo, a estos decomisos se suma una operación durante el mes de marzo de este año en la que Agentes de Medio Ambiente de Málaga han decomisado seis jaulas trampa utilizadas para la captura de aves de pequeño tamaño y que también se comercializaban a través de Internet.
La normativa actual determina que está prohibida la tenencia, utilización y comercialización de los procedimientos masivos o no selectivos para la captura o muerte de animales. Las sanciones que prevé la normativa en estas circunstancias van desde los 600 a los 60.000 euros, según recuerda la Junta.
Entre los medios prohibidos se especifican de manera específica las redes, los lazos, los cepos, las trampas-cepo, así como venenos, cebos envenenados o tranquilizantes.
Desde la Junta subrayan que el empleo de estos medios por su consideración de no selectivos afecta negativamente a las especies silvestres pudiendo causar localmente la desaparición las mismas y, sobre todo, con afección a especies protegidas y amenazadas en su conservación.
La comercialización de estos medios de captura ha encontrado en Internet un nuevo canal para la venta, principalmente entre particulares. Cada vez es más frecuente que en páginas especializadas aparezcan anuncios de venta de todo tipo de medios de captura prohibidos, a veces con el falso ofrecimiento como elemento de decoración, según explica la Junta.