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Málaga

El comedor de Lagunillas se encuentra al borde del cierre

Perjuicio por la tardanza en el abono de las ayudas económicas municipales

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  • Voluntarios reparten comida. -
  • Quejas porque en un año han sido sancionados hasta con 800 euros al aparcar la furgoneta en la que realizan el reparto a los necesitados

“El señor alcalde de Málaga no nos ayuda, Ruth Sarabia (Directora General de Derechos Sociales), no nos ayuda y Mario Cortés (teniente de alcalde), ni siquiera aparece por aquí para hablar con nosotros ni tampoco nos ayuda”. Así de rotundo se ha manifestado a Viva Málaga Curro López, presidente de la Asociación Lagunilla que mantiene el economato social que presta servicio a unos 3.500 personas desfavorecidas de esta zona de la capital.

López se mueve entre la indignación y la tristeza cuando afirma que “lo más seguro es que tengamos que cerrar porque no podemos más” . Y señala que “desde Bienestar social del Ayuntamiento de Málaga nos están machacando” ya que “cada vez nos ponen más trabas y más impedimentos para el economato y para poder funcionar y por seis mil euros de mierda que nos dan al año no se puede seguir, porque no podemos más ni físicamente, ni psicológicamente ni económicamente”.

Así, que al no verse respaldado, se plantean cerrar. López mantiene que si no ha tirado ya la toalla y se ha ido a su casa es no lo hace por las personas que dependen de ellos y su economato social, ya que a día de hoy se deben a las 600 familias a las que ayudan con el reparto.

Multas de tráfico

El colectivo se queja de las frecuentes multas que reciben mientras realizan su distribución solidaria.

Según López en un solo año pueden acumular de 700 a 800 euros en sanciones por dejar la furgoneta en breves espacios de tiempo sobre la acera o en zonas indebidas, pero, lo que no entienden es la falta de comprensión que  reciben y la falta de apoyo, ya que López considera que dada la labor que realizan para 600 familias deberían ser tratados mejor y no al contrario, ser perseguidos.

Por eso, el presidente del colectivo asegura que “no sabemos si hay algo detrás, pero nos están jodiendo vivos”. El responsable del colectivo  denuncia el agravio que sufren frente, por ejemplo, a los tráilers o coches oficiales del Festival de Cine, que pueblan las aceras en el entorno del Teatro Cervantes sin represión ninguna, cuando ellos lo que hacen es repartir alimentos a gente que no tiene para comer, que no llega a fin de mes, familias completas, ancianos mujeres maltratadas y niños.  Y personas con trabajo pero con nóminas exiguas que no le dan para pagar, vivienda, luz, agua…, de los que ayudan a entre 200 y 300.  ara ellos reparten siete toneladas de alimentos ala semana. Por todo ello lamenta que “no somos criminales, somos una asociación sin ánimo de lucro desde la que ayudamos a 600 familias que no tiene para comer”.

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