La Audiencia de Málaga ha condenado a un hombre y a una mujer que se hicieron pasar por abogados para estafar a extranjeros haciéndoles creer que habían ganado una herencia, que en realidad era "falsa", y exigiendo dinero para realizar las gestiones correspondientes para obtenerlas.
Según se declara probado en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, entre 2012 y 2013, los acusados, "previamente concertados y con fin de beneficiarse ilícitamente", se dedicaron a enviar a diferentes ciudadanos residentes en el extranjero varias cartas en las que se identificaban con otros nombres.
En esas misivas, dice la resolución, se daba una información "inveraz" a los receptores, consistente en que eran abogados de un despacho, comunicándoles que habían "descubierto que eran los herederos de una importante cantidad de dinero, procedente de un cliente de su despacho que había fallecido en un accidente".
Así, ofrecían sus servicios como profesionales en la realización de la transferencia del dinero heredado", dice la sentencia, añadiendo que los acusados advertían a las víctimas de que para poder iniciar dichas gestiones "debían ponerse en contacto con los números de teléfono y fax que les facilitaban".
En estos hechos, precisa la Sala, la colaboración de la acusada "fue colateral, eficaz pero no imprescindible para su ejecución"; mientras que el otro "confeccionó y ambos procesados enviaron con cada remesa de faxes modelos inauténticos de certificados de defunción de los supuestos causantes de la herencia".
Además, enviaron documentos oficiales "en los que utilizaron membretes, logotipos o anagramas de entidades internacionales ficticias y en los que se identificaba a la víctima como beneficiaria de los fondos hereditarios".
Los números de teléfono o faxes reseñados en los escritos enviados a las víctimas pertenecían a los acusados, que tenían como centro de operaciones para confeccionar las cartas y los documentos "inauténticos" y para fijar las líneas de comunicaciones en las que recibir los faxes y llamadas efectuadas por las víctimas su propio domicilio ubicado en el núcleo de Arroyo de la Miel, en la localidad malagueña de Benalmádena.
Una vez que las víctimas se habían puesto en contacto con los acusados, éstos "les pedían que realizaran un desembolso de dinero en concepto de gastos de liberación de los fondos hereditarios", debiendo ingresar el dinero en los números de cuenta bancaria que ambos habían abierto con nombres ficticios, mediante el uso de pasaportes del Reino Unido "inauténticos".
"Los acusados, mediante este ilícito modo de actuar, lograron engañar" a varias personas, "consiguiendo apoderarse de una considerable cantidad de dinero que todas ellas enviaron mediante transferencias efectuadas a las cuentas bancarias arriba indicadas". Sólo uno de los perjudicados ha reclamado la indemnización que pudiera corresponderle.
Por estos hechos, se condena al acusado por los delitos continuado de estafa agravada y de falsedad, imponiéndole tres años y medio de prisión, el pago de una multa de 5.400 euros; mientras que a la acusada se le condena como cómplice de la estafa agravada, imponiéndole seis meses de cárcel y el pago de 540 euros. Además, se insta a que indemnice al perjudicado que reclama.