Dibujar libreta en mano del natural los paisajes y edificios urbanos puede haberse convertido en una actividad subversiva en Málaga. Al menos, es la sensación que tienen desde el colectivo Urban Sketchers capitalino después de que hace unos días fueran desalojados por la Policía Portuaria cuando se encontraban disfrutando de una nueva jornada de ilustración al aire libre por la zona del Muelle Uno en las inmediaciones de la capilla que allí se ubica.
Así, según ha relatado a Viva Málaga Luis Ruiz Padrón, integrante del colectivo que lleva 12 años promoviendo reuniones para dibujar en vivo en diferentes puntos de Málaga, alrededor de 20 personas se hallaban repartidos por la zona, unos sentados en bancos, otros en el suelo, el pasado sábado 18 cuando fueron requeridos por un vigilante de seguridad que le advirtió de que “no podíamos estar allí”.
Ellos invocaron “la obvia titularidad pública del suelo en el que estábamos dibujando”, ante lo que el guardia solicitó la presencia de la Policía Portuaria que desplazó al lugar varios agentes que según Ruiz les indicaron que “están ustedes llevando a cabo una concentración no autorizada. Este suelo no es público, es privado; no pueden estar aquí sin un permiso expreso del propietario”.
Todo ello, asegura, en una actividad pacífica, discreta, silenciosa, con 20 personas dispersas en 29.000 metros cuadrados, cuando, en los alrededores “había grupos ruidosos que realizaban despedidas de soltero”.
Ruiz relata que son “gente pacífica” que, a excepción de una vez anterior donde anecdóticamente también tuvieron un desencuentro en el Museo de Arte y Costumbres Populares, nunca han tenido ningún problema en los diferentes espacios de Málaga donde llevan mensualmente a cabo su actividad. Por ello, no ve “lógica ninguna” a lo ocurrido, por lo que, reflexionando a posteriori, considera cada vez más insultante que les considerada una concentración no autorizada, algo que cada vez entiende menos.
En su espacio en redes sociales, Ruiz refleciona: “A los Urban Sketchers nos encanta plasmar a Málaga en nuestros cuadernos, para difundir su imagen con orgullo en las redes sociales. Para ello ocupamos el espacio de una persona en pie y nuestras armas son un rotulador, una latita de acuarelas y un cuaderno de tamaño DIN A5. Hay sitios de nuestra ciudad en los que nos tratan con amistoso respeto a nosotros y a nuestra actividad, y a los que manifestamos nuestra sincera gratitud: el Museo de Málaga, el Museum Jorge Rando, el Archivo Municipal de Málaga -el Área de Cultura en general- o el Jardín Botánico-Histórico de la Concepción, por citar algunos y sin ánimo de ser exhaustivos. Ahora, sin embargo, considera que “comprobamos con tristeza que el Puerto de Málaga no es uno de ellos”.
Todo ello además cuando “no es la primera vez que convertíamos los muelles en escenario de nuestras citas, pues éstos reúnen algunas de las características que más valoramos en nuestra actividad: vida desbordante, panorámicas despejadas y sugerentes y arquitectura y barcos en abundancia”
Y todo ello además, y esto, si lo permiten, es opinión personal de quien suscribe este artículo, cuando en esos días, una manifestación de nazis recorría calles de Madrid lanzando consignas homófobas y xenófobas escoltados por la Policía Nacional