Ha lamentado que el PSOE trate de "hacer un uso político de algo en lo que no tiene nada que ver ni el Ayuntamiento ni nadie del equipo de Gobierno"
La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz (PP), se ha mostrado este jueves satisfecha de que la justicia haya dicho otra vez a los socialistas que "no tienen ninguna razón" y les ha advertido de que sus "ataques" no la van a "mover ni medio milímetro".
Muñoz ha hecho estas declaraciones después de que la Audiencia Nacional haya vuelto a rechazar la petición del PSOE de personarse como acusación particular en el caso en el que está procesado por narcotráfico el empresario sueco Joakim Broberg, hijastro de la regidora.
Ha lamentado que el PSOE trate de "hacer un uso político de algo en lo que no tiene nada que ver ni el Ayuntamiento ni nadie del equipo de Gobierno" de cara a las próximas elecciones municipales.
"Sabíamos que no tenían ninguna razón y ellos también", pero el PSOE va a "seguir estirando el chicle" y va a continuar así hasta el 28 de mayo, ha pronosticado.
Con estos ataques pretenden obtener "algún rédito político", ha subrayado Muñoz, "porque no tienen otra cosa que ofrecer a Marbella que esto, que es una mentira", ha sentenciado.
Plantear una campaña electoral así, yendo contra el equipo de Gobierno y su alcaldesa "en lugar de hacer propuestas", "dice muy poco" tanto de la estrategia de los socialistas como de su condición, ha recalcado.
"En política no vale todo", y "hay que ser mucho más serio y riguroso", según Muñoz, que cree que "a partir de ahora deberían reconsiderar esos ataques" que les "lanzan una y otra vez", en alusión al portavoz socialista en la ciudad, José Bernal, que es quien ha tratado de personarse en la causa de la Audiencia Nacional.
"Esas campañas nunca son positivas y los ciudadanos ni las compran ni las valoran, más bien todo lo contrario", ha abundado al respecto.
En Sevilla, en una comisión del Parlamento de Andalucía, el consejero de la Presidencia de la Junta, Antonio Sanz, ha mostrado su apoyo a Muñoz y ha acusado al PSOE andaluz de no respetar las decisiones judiciales e intentar "destruir y manchar" la imagen de Marbella y de su alcaldesa, prueba de su "desesperación".