El abandono de los entrenamiento y la negativa a jugar por parte de los jugadores de la Unión Deportiva Marbella ha desembocado finalmente en la dimisión del presidente del club Enrique Martín y del vicepresidente, Dan Ortuño, lo que abre la puerta a la llegada de anhelados inversores.
Martín hizo pública su renuncia a través de una carta, en la que alude a los motivos que le llevaron a aceptar el cargo, "con el convencimiento de que podía colaborar en este nuevo y ambicioso proyecto", señaló. Así mismo, en su misiva, el ya ex presidente explicó que "pronto comenzaron a surgir una serie de imprevistos financieros por parte de los mentores, que han llevado a una incómoda y de momento delicada situación, he tomado la decisión de presentar mi dimisión y renuncia, con carácter irrevocable, al objeto de que puedan encontrar otra persona que pueda colaborar al cien por cien de posibilidades, y buscar soluciones para salvaguardar la entidad".
De igual modo, Martín subrayó que en las últimas semanas ha tenido que atender problemas familiares que le han impedido estar en la ciudad y, lo que también ha incidido en su decisión.
También dimite el presidente Dan Ortuño, lo que provoca un vacío de poder que abre una etapa de inecrtidumbre sobre el futuro del club. La plantilla estudia ahora volver a entrenar y jugar este fin de semana ante el Huétor Tájar, lo cual, parece, ahora sí, lo más presumible, ya que la próxima semana podrían concretarse soluciones para la entidad, sea de la mano de antiguos directivos y hombres de fútbol de la ciudad, o inversores de fuera.
