El día 22 de diciembre es el de la ilusión para los que asiduamente participan en el Sorteo Extraordinario de Navidad, esperando algún premio. El 78.294, el Gordo más alto de la historia del sorteo extraordinario de Navidad, provocó una lluvia de millones sobre Madrid, auténtica protagonista de la jornada al acaparar íntegro también el segundo premio (el 53.192), vendido íntegramente en Getafe.
El día 22 de diciembre es el de la ilusión para los que asiduamente participan en el Sorteo Extraordinario de Navidad, esperando algún premio. El 78.294, el Gordo más alto de la historia del sorteo extraordinario de Navidad, provocó una lluvia de millones sobre Madrid, auténtica protagonista de la jornada al acaparar íntegro también el segundo premio (el 53.192), vendido íntegramente en Getafe.
El Gordo tardó en caer del bombo, aunque no fue tan remolón como el del pasado año, ya que a las 11.38 las niños Alicia Rodríguez y Yahaira Gonzaga interrumpían el rutinario cantar de las pedreas para anunciar el número ganador del primer premio, en la séptima de las nueve tablas que completan el sorteo.
Sólo tres minutos después, las dos niñas cantaban también el segundo premio, que viajó íntegro a la administración número 10 de Getafe, que casualmente había vendido también uno de los ocho quintos premios, el 51.972.
El tercero de los premios más importantes (el número 10.104) sí fue tempranero y viajero, ya que apareció a la media hora de comenzar el sorteo y se repartió entre Barcelona, Cantabria, Asturias, y una vez más Madrid.
La lista de los premios importantes se completa con dos cuartos (el 29.013 y el 69.393) y ocho quintos premios: el 77.607, el 43.802, el 51.972, el 49.271, el 57.580, el 31.821, el 6.679 y el 34.030.
Desde 1991 no se vendía un premio Gordo íntegramente en Madrid, y en esta ocasión se localizó en el céntrico distrito de Tetuán, donde la suerte se ha repartido entre vecinos, muchos de ellos de origen latinoamericano.
Pero además de los billetes vendidos en ventanilla, el gran ganador del primer premio fue el grupo de empresas Marsans, ya que representantes de éste adquirieron en la administración 146 de Madrid muchos de los boletos que después repartieron entre sus trabajadores en muchos centros de trabajo, algunos de ellos fuera de la capital.
Entre los agraciados con el Gordo, Sabino Calderón, de origen ecuatoriano, piensa enviar parte del premio a su familia, pero con lo que sobre comprarse “un piso y un coche”.
La alegría se desbordó en la administración entre los propios loteros, que descorcharon botellas de champán y lo ofrecieron a los agraciados y a los curiosos que se congregaron en el lugar, donde no faltaron tampoco los representantes de los bancos para ofrecer sus servicios.
A trece kilómetros de la capital se desbordó la alegría por el segundo premio, vendido íntegro en la administración El Trébol de Getafe, regentada por Antonio Platero, quien se mostró “superemocionado”, mientras su mujer, Conchi Jiménez, reconoció que era el día más feliz de su vida, aunque no se quedaron con ninguno de los números premiados.
Los boletos premiados se los han llevado sobre todo el personal de limpieza del Hospital de Getafe y los trabajadores de Hiper Getafe, y entre los agraciados, Gema, que trabaja en un salón de belleza de la zona y se define como “especialista en moños y recogidos”, confía en que el premio atraiga a muchas clientas.
Mucho más repartido estuvo el tercer premio (el 10.104), que viajó por siete localidades: Corvera de Asturias (Asturias); Sant Joan de Vilatorrada y Puig-Reig (Barcelona); el Prat de Llobregat (Aeropuerto de Barcelona); Barcelona capital; Madrid –en la tradicional Doña Manolita– y Torrelavega (Cantabria).
Aunque muy repartido, la mayor parte del premio correspondiente al tercero se fue a Barcelona, donde el 10.104 provocó también una lluvia de millones cifrada por los responsables de algunas administraciones en más de 130 millones.
Los dos cuartos premios y los ocho quintos del sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad han viajado por toda la geografía española y han salpicado de millones de euros numerosos lugares.
Peñas deportivas, clubes, colegios o empresas repartieron numerosas participaciones de todos estos premios y las escenas de júbilo se sucedieron a lo largo de muchas localidades, una alegría muy contenida dado que los importes que dejan estos premios no son muy altos.
Al final, como cada año, el sorteo más popular del año provocó un sinfín de secuencias de alegría entre los ganadores de alguno de los trece premios importantes, un objetivo en el que los españoles habían invertido más de 2.700 millones de euros.