El joven se enfrentó al conductor que se alejó del lugar antes de regresar con una pistola, disparar al hombre en el tórax y darse a la fuga
Un joven afgano de 27 años fue asesinado el pasado fin de semana en Colmar, al sur de Estrasburgo, tras protestar por el ruido provocado por un rodeo urbano, informa este martes la prensa local, eventos que preocupan a las autoridades que han prometido reforzar los controles policiales.
Los hechos tuvieron lugar el sábado por la tarde en un barrio de Colmar, donde un grupo de ciudadanos de origen afgano hacía una barbacoa que se vio interrumpida por los fuertes ruidos de una moto cuyo conductor participaba en un rodeo, carreras y demostraciones de equilibrio a dos ruedas que se repiten en los últimos meses en numerosas ciudades francesas.
El joven se enfrentó al conductor que se alejó del lugar antes de regresar con una pistola, disparar al hombre en el tórax y darse a la fuga.
Fuentes policiales apuntan en la prensa regional que el autor de los hechos podría haber sido otra persona pero, en cualquier caso, miembro del grupo que participaba en dicho rodeo.
La víctima, que no tenía antecedentes policiales, tuvo que ser evacuado a un hospital en estado crítico pero finalmente sucumbió a las heridas.
El diario Dernières Nouvelles d'Alsace (DNA) se hace eco de una manifestación que tuvo lugar a última hora del lunes en el barrio donde tuvieron lugar los hechos. Manifestantes con banderas afganas y retratos de la víctima protestaron hasta llegar las puertas de la comisaría reclamando justicia.
"Hemos puesto en marcha medios importantes para encontrar al asesino de Colmar. He decidido enviar una célula de antidisturbios para proceder a operaciones policiales para restaurar el orden republicano y llevar ante la justicia a los criminales que quieren imponer su ley", indicó en Twitter el ministro del Interior, Gérald Darmanin.
Los rodeos se han convertido en un peligro para numerosos barrios donde las carreteras son utilizadas por grupos de jóvenes con vehículos, sobre todo motos, para hacer competiciones o muestras de posturas acrobáticas.
Este lunes, una niña de diez años salió del coma tras haber sido atropellada el pasado 5 de agosto por una moto en Pontoise, noroeste de París, mientras jugaba con otro niño de once años, que también resultó herido.
El abogado de la familia ha indicado que la menor se encuentra mejor pero recuerda que podría sufrir secuelas irreversibles.
El conductor de la moto se dio a la fuga junto a dos cómplices antes de entregarse a la policía al día siguiente.
Otros jóvenes participantes en estos eventos han resultado heridos de gravedad o fallecidos en los últimos meses.
Darmanin prometió a principios de agosto reforzar las intervenciones policiales con 10.000 controles extraordinarios para frenar estos fenómenos urbanos de jóvenes que se saltan las normas de circulación, amenazando la seguridad de otras personas y causando otras perturbaciones.