El Gobierno polaco informó este lunes de la detención, el pasado 21 de junio, de una persona sospechosa de espiar para Rusia, según comunicó la oficina de prensa del ministerio polaco que coordina los servicios secretos, con lo que se eleva a quince el número de detenidos por ese motivo desde que empezó la guerra.

El acusado es un ciudadano ucraniano que residía en la región de Silesia (sur) desde 2019 y que formaba parte de "una red de personas involucradas en actividades de espionaje".

El sospechoso permanece encarcelado de manera preventiva mientras continúa la investigación de sus actividades y se analizan sus pertenencias, entre las cuales había, según la fiscalía, pruebas de que había observado y fotografiado en varias ocasiones instalaciones militares, infraestructuras críticas y puertos marítimos.

Según la fiscalía de Lublin (este), que se ocupa de los hasta ahora 15 casos de presuntos espías descubiertos en Polonia desde que comenzó la guerra de Ucrania en 2021, el imputado recibía "compensaciones económicas" de Moscú por sus actividades y se enfrenta a hasta 10 años de prisión.

Las autoridades polacas especificaron que esta detención está relacionada con la desarticulación, en marzo de este año, de un grupo compuesto por nueve personas "de más allá de la frontera oriental", según explicó el ministro de Interior, Mariusz Kaminski, que supuestamente se dedicaron a espiar la llegada y tránsito por Polonia de material bélico destinado a Ucrania.

Hace pocos días, las autoridades polacas detuvieron a un jugador profesional de hockey sobre hielo, de nacionalidad rusa, que militaba en un equipo polaco de primera división y que supuestamente estaba involucrado en actividades de espionaje, para lo que se aprovechaba de sus viajes con el equipo.

Recientemente se introdujo una zona de exclusión de 200 metros alrededor de la terminal de gas natural licuado (GNL) de Swinoujscie (norte), para aumentar la seguridad de este centro energético, uno de los más importantes de Polonia.