Con diez puntos de ventaja electoral en el bolsillo ha acudido Rajoy a la sesión de control del Congreso para preguntar a Zapatero por el paro juvenil
Con diez puntos de ventaja electoral en el bolsillo ha acudido Rajoy a la sesión de control del Congreso para preguntar a Zapatero por el paro juvenil, pero el líder del PP mostró tanta cautela que parecía desapego, y no mencionó ni las elecciones, ni el triunfo de su partido ni la debacle del PSOE.
Frente a él, José Luis Rodríguez Zapatero, en medio de la encrucijada que tienen ante sí los socialistas tras la derrota del 22-M, no se salió de su discurso económico previo a los comicios, basado en la necesidad de reformas y control del gasto.
Antes le interrogó el portavoz de ERC, Joan Ridao, sobre la posibilidad de que el Gobierno dé un giro a la izquierda.
Pero el presidente confesó, para extrañeza de muchos, que pensaba que le iba a preguntar sobre la dación en pago para saldar las hipotecas, un asunto que el mismo Ridao le planteó hace dos meses en el pleno.
Pese a ello le contestó que, una vez superados los comicios, seguirá con las reformas económicas, y añadió: “No sé si ése es un giro o no hay que girar”.
Más allá del misterio sobre quién confundió al presidente al prepararle una respuesta equivocada a una pregunta que figuraba bien clara en el orden del día, las elecciones del domingo sí han estado presentes en la sesión de control del Congreso.
Se notaron en el largo aplauso que los diputados del PP dedicaron a Rajoy cuando tomó palabra, ovación que han repetido cuando culminó su pregunta a Zapatero, con argumentos sobre la mala gestión de la crisis y la falta de confianza del Gobierno calcados de otros plenos.
Y se apreció en las esforzadas palmas que, como reacción, le dedicaron los socialistas a su jefe, hasta que el presidente de la Cámara, José Bono, les pidió que pararan: “En el diario de sesiones pondrá 'muchos aplausos', pero ya es suficiente”.
Como los socialistas debaten si celebran congreso o abren ya primarias para elegir candidato, Sáenz de Santamaría cree que el PSOE está dejando como “secundarios” a los ciudadanos en la película de la crisis, y precisamente cuando más arrecia.
Se lo dijo al vicepresidente, extrañado porque el PP hiciera un análisis electoral, ya que la portavoz, recordó, no se presentaba en ninguna lista.