El Congreso de Estados Unidos ha aprobado finalmente la propuesta de para el aumento del gasto federal, retrasada durante semanas por conflictos entre Demócratas y Republicanos.
Con la adopción de la propuesta se consigue evitar la paralización del Gobierno federal que podría haber tenido lugar el 1 de octubre. La votación, aprobada por 62 votos a favor por 30 en contra, aprueba 524.000 millones de dólares para gasto discrecional de las agencias del Gobierno.
Para el senador demócrata y presidente del Comité de Apropiaciones del Senado, Daniel Inouye, la aprobación de esta medida "es ineficaz a la hora de gestionar un Gobierno federal pero es mejor que paralizarlo la semana que viene", rememorando las amargas luchas en el Congreso del año pasado sobre el recorte de gasto y el límite de deuda, que pusieron al Gobierno estadounidense al borde del colapso.
La última vez que el Gobierno federal casi se queda sin fondos fue a finales de 1995 y a principios de 1996, lo que obligó al entonces presidente Bill Clinton a cancelar los servicios públicos no esenciales.
La medida aprobada pasa ahora a la Casa Blanca para que el presidente Barack Obama la ratifique con su firma.