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El Senado de EEUU vota a favor de aumentar la seguridad en la frontera

Obama asegura que la reforma migratoria permitirá crecer a la economía estadounidense

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  • Frontera -

El Senado de Estados Unidos ha aprobado este lunes el proyecto de ley sobre el fortalecimiento de la seguridad en la frontera, uno de los puntos clave de la reforma migratoria que el Gobierno de Barack Obama confía en sacar adelante en el Congreso.

   La cámara alta ha dado luz verde a la propuesta acordada por republicanos y demócratas por 67 votos a favor y 27 en contra, siete más de los necesarios, a pesar de que algunos legisladores no han podido asistir a la votación por el mal tiempo.

   La aprobación de este borrador se traducirá en una inversión pública de más de 3.000 millones de dólares para desplegar 20.000 agentes, construir otros 1.120 kilómetros de valla y usar alta tecnología para impedir el tráfico ilegal en la frontera con México.

   Este conjunto de medidas, que han suscitado la crítica de organizaciones humanitarias, es la contrapartida que el Gobierno y los demócratas han tenido que dar a cambio de conseguir el apoyo de los republicanos a la reforma migratoria en el Congreso.

   Una de las grandes bazas del Gobierno es el respaldo del senador republicano por Florida Marco Rubio. "El 'status quo' de la ley migratoria está perjudicando a Estados Unidos y si no hacemos nada, el desastre va a seguir ahí", advirtió la semana pasada.

   A pesar de ello, todavía hay muchos legisladores republicanos que se oponen firmemente. "Desafortunadamente, no aborda los problemas reales. En un momento en el que hay un gran déficit de confianza en el Gobierno, no necesitamos más promesas, necesitamos resultados", ha dicho el senador por Texas John Cornyn.

   El senador republicano por Alabama Jeff Sessions, por su parte, ha advertido de que, de aprobarse esta reforma migratoria, supondrá una "amnistía" para todos los extranjeros que han residido de forma ilegal en Estados Unidos durante los últimos años.

LLAMAMIENTO DE OBAMA

   En este contexto, Obama se ha mostrado consciente de que "la reforma migratoria se encuentra en un punto crítico en el Senado", pero ha reiterado su llamamiento a aprobarla, aseverando que "contribuirá al crecimiento de la economía estadounidense".

   "Ahora tenemos un sistema migratorio con el que traemos a jóvenes extraordinarios de todo el mundo para formales y después les enviamos de vuelta para que puedan crear sus empresas en otro país, en lugar de Estado Unidos", ha dicho.

   "Estamos en una situación en la que millones de personas viven en la economía sumergida, muchas veces explotados con salarios mínimos, y eso perjudica a las empresas que siguen las normas, porque las pone en desventaja", ha añadido.

   Por ello, ha insistido en que "ya es hora de hacer una reforma migratoria --con un aumento de la seguridad fronteriza-- para garantizar que los empresarios cumplen las normas y que los inmigrantes pagan impuestos". "Para que podamos seguir siendo una nación de leyes e inmigrantes", ha indicado.

   Obama ha urgido a los legisladores a aprobar el acuerdo bipartito. "Este proyecto de ley no representa todo lo que me gustaría, pero representa un compromiso común sobre los principios básicos para una reforma migratoria que ya es hora de hacer", ha indicado.

   "Urjo al Senado a poner esto sobre la mesa y confío en que podamos tener un gran respaldo de los senadores para que podamos llevarlo con fuerza a la Cámara de Representantes y tenerlo hecho antes del descanso del verano", ha detallado.

   Se trata del segundo paso que da el Senado hacia la aprobación definitiva de la reforma migratoria. Sin embargo, en la Cámara de Representantes, dominada por el Partido Republicano, ni siquiera se ha empezado a analizar en las comisiones competentes.

   De aprobarse, la reforma migratoria del Gobierno Obama será la mayor sobre la materia que se ha llevado a cabo desde 1986. Su piedra angular es la facilitación del acceso a la ciudadanía estadounidense a los inmigrantes trabajadores.

   Obama prometió por primera vez reformar el sistema migratorio de Estados Unidos en la campaña para las elecciones presidenciales de 2008, pero una vez en el cargo no pudo llevarla a cabo por el veto del Congreso. En la campaña electoral de 2012 retomó su promesa y, tras ser reelegido, ha redoblado sus esfuerzos para materializarla.

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