El Ejército retomó este sábado el control de varias zonas en la periferia de la ciudad de Alepo, la mayor del norte de Siria, dentro de la ofensiva que desarrolla desde hace una semana en distintas provincias con el apoyo de la aviación de Rusia.
Las operaciones castrenses tienen lugar al sur y al oeste de Alepo, donde los soldados se enfrentan a facciones de tendencia islamista, entre las que destaca el "Ejército de Al Fatah" (La Conquista), y en áreas al este de dicha urbe, donde los militares luchan contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI).
Respecto a la situación en el extrarradio meridional y occidental, las Fuerzas Armadas han recuperado en las últimas veinticuatro horas las poblaciones de Al Wadihi y Al Sabequiya, tras combates contra facciones rebeldes, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
En esos enfrentamientos, al menos diecisiete insurgentes y ocho efectivos gubernamentales han perdido la vida.
A lo largo de la jornada, los choques se han prolongado en las inmediaciones de los pueblos de Abtin y Shaghila. Este último fue reconquistado por los soldados, pero poco después los rebeldes volvieron a avanzar y han recuperado amplias partes en su interior.
En paralelo, las fuerzas aéreas siria y la rusa han bombardeado posiciones de sus oponentes en distintas zonas al sur y al oeste de Alepo, como Zerbeh.
En esta ofensiva, las Fuerzas Armadas cuentan con el respaldo de milicianos iraníes y del grupo chií libanés Hizbulá.
La sala de operaciones del "Ejército de Al Fatah", que incluye al Frente al Nusra -filial siria de Al Qaeda-, difundió en internet varios vídeos de la batalla en el monte Azan, al sur de Alepo, donde sus combatientes disparaban proyectiles TOW, de fabricación estadounidense.
El "Ejército de Al Fatah" aseguró que ha abatido a un número indeterminado de efectivos gubernamentales y destruido varios carros de combate.
Los medios de comunicación oficiales sirios no se hicieron eco de la batalla en la periferia occidental y meridional de Alepo, pero sí de los enfrentamientos contra el EI al este de la localidad.
En esa parte de la provincia, los aviones gubernamentales lanzaron varios bombardeos contra bases del EI, donde causaron decenas de muertos y heridos en las filas yihadistas, según indicó una fuente militar citada por la agencia de noticias estatal Sana.
La cadena de televisión Al Manar, órgano de Hizbulá, aliado del régimen de Damasco, agregó que los militares "restauraron la seguridad" en la población de Al Huaiya tras atacar las "guaridas" del EI.
El Observatorio subrayó que las tropas sirias y el EI se enfrentaron en las localidades de Tel Rimán, Al Salhiya, Tel Naam, Al Sabiha y en las afueras de Al Huaiya y Tel Balat, todas ellas al este de Alepo.
Con estas operaciones, el Ejército pretende romper el cerco impuesto por el EI al aeropuerto militar de Kueires, donde están atrapados desde hace meses efectivos gubernamentales.
La ciudad de Alepo fue objetivo de una ofensiva por parte de organizaciones rebeldes, como el moderado Ejército Libre Sirio (ELS), a finales de julio de 2012 y de otras posteriores que les permitieron tomar buena parte de la población.
Con el paso del tiempo y la evolución del conflicto sirio, hicieron acto de aparición en la localidad grupos extremistas, como el Frente al Nusra y el EI.
Sin embargo, el EI fue expulsado de Alepo por el Frente al Nusra y sus aliados en enero de 2014, y desde entonces su presencia se ha limitado a zonas al este de la urbe, donde sus bastiones principales son los pueblos de Manbech y Al Bab.
A grandes rasgos, el régimen tiene en su poder actualmente barrios del oeste de Alepo, mientras que la parte oriental está en manos de los opositores.
En la periferia de la ciudad operan sobre todo las facciones armadas, como el "Ejército de Al Fatah", excepto en el extrarradio oriental, donde está el EI.
La semana pasada, el EI lanzó una ofensiva al norte de Alepo, por donde consiguió progresar y tomar áreas a tan solo veinte kilómetros de la localidad.
Las operaciones del Ejército sirio en Alepo se producen en el marco de una ofensiva a gran escala, anunciada por las autoridades sirias el pasado 8 de octubre, para acabar con los "terroristas" y "liberar" ciudades y zonas.
En estos ataques, las Fuerzas Armadas están apoyadas por la aviación de Rusia, que desde finales de septiembre lleva a cabo una campaña de bombardeos en el territorio sirio.