El Gobierno de Bulgaria ha amenazado con vetar el acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía si no le incluye, junto a Grecia, como país desde el que se puede devolver a los refugiados, informó la emisora estatal BNT
"La UE no debe centrarse tan solo en la ruta migratoria entre Turquía y las islas griegas", advierte el primer ministro búlgaro, Boiko Borisov, en una carta enviada a al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.
Borisov solicita que el acuerdo de readmisión también contemple a quienes usan la ruta terrestre que lleva de Turquía a Bulgaria, así como la fronteras marítimas en el Mar Negro.
Por ello demanda que el acuerdo incluya "las fronteras terrestres de Turquía con los países miembros de la UE -Bulgaria y Grecia-, y todas las fronteras marítimas entre la UE y Turquía, incluido el Mar Negro".
Bulgaria comparte una frontera terrestre de 259 kilómetros con Turquía, la mayor parte delimitada por ríos y bosques, y ha levantado una valla que cuando esté finalizada este año tendrá unos 160 kilómetros.
Sofía también expresó preocupación por la propuesta de acelerar el proceso de liberalización de visados para que los ciudadanos turcos puedan viajar a la UE y la entrega de los primeros 3.000 euros que prevé el acuerdos.
Borisov demandó que la exención de visados y la entrega del dinero esté condicionada a la aplicación del acuerdo de readmisión por parte de Turquía.
El ministro de Defensa, Nikolai Nenchev, dijo en la televisión estatal que su país podría construir una valla en la frontera con Grecia si la presión migratoria lo hiciera necesario.
Sofía ha despachado en los últimos días un contingente de 400 militares a la frontera con Grecia por temor a que el cierre de la ruta por Macedonia pueda llevar a los refugiados a dirigirse a Bulgaria.
En los pasados días las autoridades búlgaras han repetido que están preparadas para actuar si la ruta migratoria hacia Europa Central cambia de rumbo y pasa por su territorio.