Corea del Sur ha diseñado un plan para destruir la capital del Norte, Pyongyang, a través de un bombardeo intensivo en el caso de que el régimen muestre signos de ataque nuclear, temor que se ha incrementado tras su último test atómico.
"Todos los distritos de Pyongyang, particularmente en los que pueda estar escondido el líder norcoreano, serán completamente destruidos por misiles balísticos y proyectiles de alto poder explosivo tan pronto como el Norte muestre signos de usar arsenal nuclear. En otras palabras, la capital del Norte será reducida a cenizas y borrada del mapa", reveló una fuente militar de Seúl a la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Los detalles de la operación salen a la luz después de que el Ministerio de Defensa surcoreano informase del denominado "Korea Massive Punishment & Retaliation" (Castigo Masivo y Represalia de Corea, KMPR siglas en inglés) ante la Asamblea Nacional en respuesta al último test nuclear del Norte.
El concepto operativo del Ministerio de Defensa pretende lanzar bombardeos preventivos contra el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el liderazgo militar del país, si detectan signos de un inminente uso de armas nucleares o en el caso de una guerra, explicó la fuente.
En dicho supuesto, Corea del Sur tiene previsto desplegar sus misiles balísticos Hyunmoo 2A y 2B, con un rango de entre 300 y 500 kilómetros, así como sus misiles de crucero Hyunmoo 3, cuyo alcance es de 1.000 kilómetros.
Seúl anunció a mediados de agosto su intención de incrementar de forma significativa su arsenal de misiles para hacer frente a la "creciente" amenaza armamentística de Corea del Norte.
Otra fuente dijo que Seúl creó recientemente una unidad especial a cargo de la destrucción de la cúpula militar de Corea del Norte, cuya misión se centra en "el lanzamiento de ataques preventivos sobre ellos", según declaraciones recogidas por Yonhap.
Corea del Norte realizó el viernes su quinta prueba nuclear, la más potente hasta la fecha en la que aseguró haber detonado una cabeza ajustable a un misil.