Los servicios de espionaje alemanes temen que haya "ciberataques" procedentes de Rusia que deriven en acciones de desinformación para incidir en la campaña de las elecciones generales de ese país, previstas para septiembre de 2017.
Se tiene ya "información" que apunta a que se preparan ataques informáticos destinados a "crear incertidumbres políticas", afirma el presidente del servicio federal de Información (BND), Bruno Kahl, en declaraciones que publica hoy el diario "Süddeutsche Zeitung".
Desde ese departamento, encargado del espionaje exterior, se han detectado ya "actividades rusas en internet", que cuyo objetivo es "incidir de modo inaceptable en el debate público y la democracia", prosigue Kahl.
Las afirmaciones del responsable del BND siguen a las sospechas lanzadas por el director del FBI estadounidense, James Comey, acerca de los intentos "desde un país extranjero" por influir en las pasadas presidenciales de EEUU a favor del entonces aspirante republicano y ahora presidente electo, Donald Trump.
Kahl admite ante el mencionado rotativo que es "difícil" responsabilizar a un Estado extranjero de este tipo de "ciberataques" y de campañas de desinformación, pero considera que, cuando menos, éstas son "toleradas", sino "deseadas", por sus autoridades.
"Europa, y muy especialmente Alemania, están en el objetivo de estos intentos de alterar sus procesos democráticos", sostiene el presidente del BND.
La cámara baja del Parlamento alemán (Bundestag) aprobó el año pasado una ley de seguridad informática para reforzar los dispositivos de protección contra "hackers", tras detectarse un "ciberataque" sobre el sistema interno de ese Parlamento.
Los servicios secretos atribuyeron esa acción a "elementos externos", procedentes de algún país extranjero, mientras que el jefe del espionaje de Interior, Hans-Georg Maasen, alertaba del alto grado de sofisticación alcanzado por los "hackers" rusos.
El mencionado "ciberataque" obligó al Bundestag a revisar por completo la red de ordenadores ante la sospecha de que los "hackers" habían accedido a ordenadores de todos los grupos parlamentarios, tanto gubernamentales como opositores.