Las autoridades de la provincia septentrional china de Hebei -que incluye la capital, Pekín- han emitido una alerta naranja, la segunda más alta
Las autoridades de la provincia septentrional china de Hebei -que incluye la capital, Pekín- han emitido una alerta naranja, la segunda más alta, debido a los altos niveles de contaminación previstos para este viernes, informó el buró de medio ambiente local.
La alerta naranja se emite cuando se prevén tres días seguidos en que el índice de calidad del aire permanezca por encima de los 200 microgramos por metro cúbico de partículas PM 2,5 (las más perjudiciales) y en uno de ellos se prevé que alcance el nivel de 300.
Una alerta de este nivel implica la reducción de la producción de ciertas industrias, así como la suspensión del trabajo en determinados puntos de construcción y la prohibición de la circulación de vehículos pesados.
En 2017 las autoridades chinas se fijaron como objetivo reducir en al menos un 15 % el nivel de partículas PM 2,5, las más pequeñas y dañinas para la salud porque pueden penetrar directamente en los pulmones, en las ciudades de la región Pekín-Tianjin-Hebei.
Esta región se encuentra en el corazón de los llanos septentrionales de China, donde a menudo se presenta el esmog de invierno, como resultado de las altas concentraciones de emisiones industriales, la circulación limitada del aire y la quema de carbón.
Por ello, se diseñó un plan de acción específico que comprendía la creación de una agencia especial en esa región, donde la infraestructura industrial está dominada por industrias químicas.
Además, desde hace años se lleva a cabo una campaña de inspección medioambiental para comprobar si las empresas cumplen las necesarias medidas de reducción de emisiones y prevención del esmog.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente, Liu Youbin, aseguró este martes en rueda de prensa que "2020 es un año clave" para completar el mencionado plan de acción, y que "el éxito de esta temporada de otoño e invierno será determinante para medir los logros totales".
"Hay muchas tareas previstas, más que en los dos años anteriores, lo que demuestra la determinación del Gobierno de ganar la lucha contra la contaminación", dijo.
No obstante, avisó de que la contaminación en invierno es "más sensible", y que las condiciones metereológicas esta temporada no van a ser tan favorables como en años anteriores, cuando los fuertes vientos solían ayudar a dispersar las partículas contaminantes.
Expertos como Lauri Myllyvirta, de la organización Greenpeace, creen que ha habido una reducción efectiva de la contaminación en la región Pekín-Tianjin-Hebei, pero que ha aumentado en el sur del país, en provincias como Jiangsu, Anhui, Cantón y Fujian, lo que le hace sospechar de una posible deslocalización de la industria contaminante desde el norte hacia el sur del país asiático.
El aumento este año de la contaminación en ciudades como Pekín hace que algunos expertos crean que China pueda estar descuidando la reducción de la producción contaminante industrial a causa de la ralentización del crecimiento económico.
Por otra parte, las autoridades también introdujeron planes para reducir las emisiones contaminantes de los vehículos; sólo en Pekín, las emisiones de unos 6,2 millones de vehículos fueron responsables del 45 % de la concentración de las partículas 2,5, según la agencia estatal de noticias Xinhua.
Asimismo, las autoridades chinas anunciaron en julio que las exenciones de impuestos sobre las compras de vehículos de nueva energía continuarán hasta 2020 para "impulsar el desarrollo ecológico del país".