Nos fumamos el año entre encuestas, escrutinios y estudios poselectorales. Hemos estado llamados a votar muchas veces en 2019, cuatro, pero hemos vuelto a votar poco, con Cádiz situada una vez más entre las provincias más abstencionistas. En la primera de la cita con las urnas, en mayo, el PSOE volvió a barrer. Los socialistas se impusieron en 24 de los 45 municipios, con 14 mayorías absolutas, consolidando las alcaldías de San Fernando, Sanlúcar y Rota o Arcos, recuperando la primera plaza en Jerez doce años después, y conservando la Diputación un nuevo mandato. El PP, por su parte, consiguió un discreto resultado, pese a obtener la segunda posición, y solo se dio alegrías en Vejer, Algar, Prado del Rey, Algeciras y El Puerto. A la postre, también en Benaocaz y, como socio preferente, está en gobierno en Paterna y Los Barrios. De los ayuntamientos del cambio, solo quedó el de Cádiz, con José María González, Kichi, reforzado.
Vox, que se desinfló en las locales, irrumpió en escena en noviembre, en la segunda vuelta de las elecciones generales. Los populares, con María José García-Pelayo a la cabeza, remontaron el mal resultado de abril, cuando quedaron cuartos con un solo diputado y perdieron el senador que tuvieron en la legislatura exprés, pero los de Santiago Abascal les adelantaron por la derecha y se situaron justo detrás del PSOE. El multitudinario mitin de Vox en la Real Escuela de Arte Ecuestre dejó una de las fotos del año.
Parejo a los procesos electorales, todos los partidos han vivido su particular infierno, con minicrisis, crisis y crisis del tamaño de una catedral, según el caso. El PSOE, tocado por la sentencia de los ERE, capea el temporal. El PP se quedó sin secretario general por una denuncia contra el número dos de Ana Mestre. Hasta Vox sufre fricciones internas. Podemos va por libre aquí y la estructura provincial de Ciudadanos, noqueado por el descalabro electoral, se resiente.
Así las cosas, y con el Gobierno central en funciones, la Junta de Andalucía ha tratado de asumir el protagonismo para dotar a Cádiz de estabilidad, con un resultado irregular. La delegada del Gobierno ha empuñado la bandera de la Sanidad y la Educación. En materia sanitaria, se ha anotado en el debe la reducción de listas de espera y la apertura del Hospital de Alta Resolución de Vejer. Pero la conflictividad con la plantilla se ha recrudecido, el futuro de nuevas instalaciones, como la de Cádiz, han quedado en el aire. El exceso de celo en plena crisis de la listeria perjudicó, además, a una de las empresas señeras de la provincia, Sabores de Paterna. En Educación, la falta de monitores de educación especial y la supresión de unidades han puesto en la picota al consejero.
Y, entre medias, lloramos la muerte de todo un referente político como José Pedro Pérez-Llorca.
En infraestructuras, 2019 concluye sin que se aclare qué pasará con el desdoble de la A-384 Arcos-Antequera y con auténtica crispación en Paterna y Medina por el retraso en la licitación de los trabajos de mejora de la A-389. Del Estado no se ha podido esperar nada con los Presupuestos prorrogados, ni Tres Caminos ni la autovía entre Vejer y Algeciras ni el corredor ferroviario. Aunque en seguridad, la labor policial, aún en estas circunstancias, ha dado resultados en la lucha contra la droga. Desgraciadamente, hubo que lamentar la muerte del guardia civil, Fermín Cabezas, en una persecución, y el colapso en los juzgados es preocupante. También se ha reducido la presión migratoria, sin colapso ya en los centros de acogida. Sin embargo, se han contado 16 naufragios 146 inmigrantes muertos en el Estrecho.
El empleo ha dado un respiro. Cádiz termina el año por debajo de los 150.000 desempleados, gracias al sector servicios y a la industria turística. Sin embargo, no ha habido avance alguno con Lógica, la plataforma que sustituyó a Las Aletas, y la inestabilidad en Navantia y Airbus, más el ERE de Acerinox, rebajan las expectativas para 2020.
Tranvía e ITI para 2020
Ni el tranvía ha circulado ni la Iniciativa Territorial Integrada (ITI) ha echado a rodar en 2019. Otro año en blanco. O casi. El vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, aseguró recientemente que en 2019 se ha incrementado la ejecución del presupuesto “un 80% respecto a lo que nos encontramos” en el capítulo de inversión de fondos europeos y se ha comprometido a que en 2020 se inicien todos los proyectos pendientes.
Durante este año, la gran oportunidad para el empleo en Cádiz ha servido como arma arrojadiza entre administraciones y partidos políticos. Es el caso del Centro Tecnológico del Motor en Jerez que, en palabras de Marín, no se incluye en la nómina de obras que se acometerán porque “fue rechazado en 2018 por la Agencia Idea y eso lo sabe la alcaldesa”. También hubo gresca política por el cambio de ubicación del centro de industrias digitales a El Puerto, que se instalará definitivamente en Tecnobahía después de que la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada, anunciara la ruptura unilateral del convenio suscrito en 2018 con la Agencia Idea para llevar a cabo este proyecto en La Isla. Asimismo, diferentes alcaldes de la Sierra han expresado su preocupación porque iniciativas como la ITI de los Pueblos Blancos no sirvan para impulsar el sector turístico.
Por otro lado, la delegada del Gobierno andaluz en Cádiz, Ana Mestre, se ha comprometido a que 2020 sea el año del tranvía. En este sentido, la consejera de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo, aseguró en una entrevista a Europa Press que la Junta va a “intentar agilizar al máximo la puesta en servicio”, en principio planteada para el “primer semestre de 2020”, lo que significa antes de julio, y va a tratar de “adelantarla lo antes posible”.