Manuel Gavira cumple dos meses al frente de la portavocía del grupo parlamentario de Vox en la Cámara andaluza reclamando elecciones ante la crisis entre PP y Ciudadanos. “Hay desconfianza entre los socios de Gobierno”, asegura, y advierte contra el riesgo de que vuelva el socialismo. “PP y PSOE suspiran por el regreso del bipartidismo, en el que vivían muy bien”, sostiene.
El Barómetro Andaluz publicado esta semana deja a Vox como está si hubiera elecciones. ¿Teme un escenario como el de Madrid tras el 4M?
–Damos a las encuestas un valor muy relativo porque la mayoría son elaboradas a demanda, habitualmente pagadas con dinero público y, por tanto, suelen ofrecer unos datos muy alejados de los que salen de las urnas, que son los que de verdad nos interesan. En el caso del Barómetro Andaluz, se ha elaborado a conciencia para salvar la cara a uno de los socios de Gobierno, Ciudadanos, un partido en descomposición que, muy probablemente, tendrá en Andalucía el mismo resultado que en Madrid o Cataluña, desaparecerá. Mire lo ocurrido en Granada, entregando la Alcaldía al PSOE. Lo que nos preocupa de esta catarata de encuestas es que mantiene narcotizado al presidente Moreno y encandilado a su Gobierno, cada día más alejado de los problemas reales de los andaluces.
¿Tiene la sensación de que Vox se estanca?
–Los parlamentarios de Vox estamos en la calle, nos reunimos con todo tipo de colectivos y detecto que la ilusión no sólo se mantiene, sino que crece. Nuestro mensaje llega con claridad a un electorado que confía en nosotros porque sabe que nuestros principios son irrenunciables e innegociables y que dan respuesta a los problemas que sufren millones de españoles desencantados de los partidos que durante décadas se han repartido el poder…
¿Es partidario de un adelanto electoral?
–Lo venimos pidiendo desde hace meses por la extrema debilidad del Gobierno y porque no queremos que el socialismo regrese a la Junta. El Gobierno regional está compuesto por dos partidos, uno de los cuales se halla en la fase final de su descomposición, como acabamos de ver en Granada. Ese episodio, junto a la desaparición de Ciudadanos en su cuna, Cataluña, el numerito de la moción de censura en Murcia, el esperpento de Madrid y el fichaje de Fran Hervías por el PP, componen un sainete que causa mucha vergüenza, un espectáculo de voladura controlada a cámara lenta de Ciudadanos desde la sede nacional del PP y, como consecuencia, desconfianza entre los socios de Gobierno. Cuanto más afirman Juanma Moreno y Juan Marín que no hay crisis, más profunda es.
¿Qué balance hace de sus primeros meses al frente de la portavocía?
–Han sido dos meses de absoluta intensidad, porque si algo tengo claro desde que mi partido pensó en mí es que tengo que darlo todo. Han sido dos meses complicados con asuntos muy serios sobre la mesa que hemos debido plantear y negociar ante el Gobierno, como la rebaja de impuestos y otras cuestiones relacionadas, por ejemplo, con la educación, como la eliminación del lenguaje inclusivo de los libros de texto. Estoy muy satisfecho del trabajo de mi grupo parlamentario.
¿Será el candidato?
–Seré lo que mi partido quiera que sea. No estamos en el momento de eso y, como he dicho en numerosas ocasiones, hay compañeros perfectamente preparados para ser el candidato.
El PP ha consolidado a Espadas desenrollando la alfombra roja para reunirse con el presidente”
¿Entraría en Gobierno con el PP?
–Hasta que no se abran las urnas no sabremos donde nos situarán los andaluces, si en Gobierno o en oposición. Lo que puedo asegurar es que estamos preparados para gobernar.
Y si hiciera falta que gobernara también Ciudadanos, ¿estaría dispuesto a un tripartito?
–Estamos trabajando para ser la alternativa de Gobierno, la única alternativa posible y para impedir que regrese el socialismo a la Junta.
Recientemente pactaron una rebaja fiscal de suma importancia para Andalucía, pero parece que solo capitaliza los acuerdo Juanma Moreno, que se consolida en los sondeos. ¿Falla la estrategia?
–Usted lo ha dicho, parece que solo lo capitaliza el Gobierno. Parece. Estamos en un tiempo político en el que los gobiernos lo apuestan todo a la propaganda. Nosotros estamos a otra cosa, a trabajar, plantear alternativas y denunciar abusos. Pero entiendo lo que me quiere decir, porque es cierto que si uno lee la prensa, atiende la radio pública o privada o Canal Sur sólo hay loas al Gobierno andaluz y a su presidente. Pasaba hace tres años con Susana Díaz y pasa ahora con Juanma Moreno. No es un fallo o acierto de estrategia alguna, es una simple cuestión de dinero. Quien paga, manda.
El PP ha señalado a Vox por el bloqueo de la Ley del Suelo, sin embargo, ¿se fían del PP?
–Nos fiamos del PP, al que situamos en la presidencia del Gobierno, no lo olvide. Vox ha sido la clave del cambio político en Andalucía pero el PP no ha correspondido con el mismo nivel de confianza, incumpliendo parte de los acuerdos firmados con Vox. Esa falta de visión del PP-A ha puesto en riesgo la legislatura y minado la confianza, que estamos intentando recuperar…
¿Teme un acercamiento entre PP y PSOE tras la salida de Susana Díaz?
–Es un hecho. Ambos suspiran por el regreso del bipartidismo, en el que vivían muy bien. Pero lo que está ocurriendo ahora nunca lo habíamos visto nunca en el PP… porque paradójicamente ha sido el PP el que ha consolidado a Juan Espadas, abriéndole las puertas del Parlamento, desenrollando la alfombra roja para reunirse con el presidente, negociando leyes… todo eso sin ser diputado o tener cargo orgánico alguno en el PSOE-A más allá de ser alcalde de Sevilla. Todo lo que se tenía que haber trabajado Juan Espadas se lo ha regalado Juan Manuel Moreno con la inestimable ayuda de Canal Sur.
Ha remarcado el papel de Vox en la eliminación de chiringuitos. ¿Podría detallar qué avances ha dado el Gobierno andaluz en ese sentido?
–Los avances han sido escasos y lentos. Por eso era tan importante las auditorias del sector instrumental que exigimos en el pacto de investidura que están a punto de ver la luz. Esas auditorías reflejarán la realidad de la administración paralela montada por los socialistas para contratar amigos y familiares. Una vez claro el panorama, actuaremos en consecuencia.
También apuntaba que Vox ha sido clave para el recorte de subvenciones ideológicas.
–Hemos avanzado notablemente pero queda mucho por hacer. Nos sorprendió el ingente volumen de dinero público que dedicaba la Junta y aún sigue dedicando aunque en menor medida, a financiar la agenda globalista, las organizaciones feministas o de Memoria Histórica. Hemos cortado el grifo a todos los colectivos y organizaciones que viven a costa de problemas sociales como la violencia familiar, el feminismo o la inmigración. Eso ha cambiado y mientras podamos influir en el Gobierno le aseguro que las ayudas públicas llegarán a quienes las necesiten y serán finalistas, a diferencia de ahora donde el dinero se queda por el camino, por norma general en colectivos de la órbita del PSOE, de la extrema izquierda andaluza o de los sindicatos corruptos.
Hemos cortado el grifo a todos los colectivos que viven de la violencia familiar, el feminismo, la inmigración”
En cuanto a los retos inmediatos, planteaba cuestiones de género y la Ley de Memoria Democrática andaluza. ¿Cuáles son los planteamientos iniciales de Vox y cuáles son las líneas rojas?
–Puro sentido común. No vamos a permitir que se siga fomentando la guerra de sexos que tanto interesa a la izquierda, y derogaremos leyes inconstitucionales como la Ley Integral de Violencia de Género que demoniza al hombre por el simple hecho de serlo. Y en cuanto a la Ley de Memoria Democrática, hemos registrado una alternativa, una proposición de ley de Concordia, que pretende poner fin al enfrentamiento entre españoles y a las heridas que interesadamente ha abierto la izquierda en los últimos años cuando nuestros padres y abuelos cerraron una etapa muy dolorosa de nuestra historia. No podemos dejar a nuestros hijos una España dividida entre buenos y malos.
El rechazo a la inmigración ilegal es el caballo de batalla de Vox. ¿Hay alarma entre la población?
–Solo hay que visitar los municipios donde desembarcan a diario las pateras con las que se enriquecen las mafias para darse cuenta de la contundente realidad. Mientras algunos consejeros como Rocío Ruiz fomentan el efecto llamada, decenas de miles de andaluces sufren los efectos de esa inmigración ilegal y descontrolada, con problemas sociales y de seguridad.
Andalucía es acogedora. Visto lo visto en Madrid, ¿no teme que el mensaje no funcione?
–Nadie discute que Andalucía sea una tierra acogedora, porque es así y así debe seguir siendo, como el resto de regiones de España. Vox apuesta por una inmigración legal y controlada que respete nuestra cultura y costumbres.
¿Es preciso extremar las medidas anti Covid?
–Hemos pedido al Gobierno que acelere la vacunación y hemos defendido la libertad para vacunarse o no. Dicho esto, insistimos en que ante el incremento de contagios no se deben plantear nuevas restricciones en las libertades individuales ni a la actividad económica.
¿Cómo valora la gestión sanitaria de la Junta?
–Manifiestamente mejorable. El consejero Jesús Aguirre, hace lo que puede y valoramos su esfuerzo, pero el Gobierno, en su conjunto, ha utilizado la pandemia para confrontar con el Gobierno de España, para hacer política y consolidar la Presidencia de Moreno. No ha estado a la altura desde que decayó el estado de alarma y Moreno se quedó sin el comodín de Sánchez.
¿Y la gestión para la recuperación económica? ¿Están cumpliendo con lo dispuesto en la comisión consituida al respecto?
–Algunos partidos como Vox supimos responder a uno de los muchos retos que presenta esta pandemia como es el social y el económico. Otros, caso del PSOE y de la extrema izquierda, antepusieron sus intereses políticos al del conjunto de los andaluces sólo porque se decidió que la comisión la presidiera yo. Ese ingente trabajo desarrollado en el Parlamento sentaba las bases para la recuperación y confiamos en poder desarrollar algunas de las cuestiones reflejadas en el dictamen final, pero aún no vemos voluntad política plena de la Junta.
El independentismo marca la agenda. ¿Apoya a Juanma Moreno para solicitar una mesa bilateral similar a la catalana?
–Estamos en la petición de fomentar la igualdad entre españoles, en que cualquier español tenga los mismos derechos y obligaciones en cualquier región, los mismos servicios públicos de calidad y las mismas oportunidades, es decir, todo lo contrario a lo que nos ofrece el actual modelo territorial español.