Cuando un partido recién nacido -por error ya casi irreparable- se pone en manos de un político que sólo quiere ser salvador de sí mismo, ese partido se va a pique por mucho que sea nuevo y haya generado una de las mayores ilusiones políticas de los últimos tiempos en toda España. Y esa es mi percepción de lo que ocurre en Granada y que se refleja, entre otras cosas, en el descenso de sus afiliados. Todo en gran medida debido a la nefasta labor del “Steve Jobs de la política como lo definió uno de los concejales de la capital en un ejercicio de adulación desbordada que con tanta rutina se rinde al personaje. Quién más pleitesía le muestra, quien más halagos le regala, quien más retuit le difunde… más bonos consigue para optar a puestos futuros, promesa con la que se gana fidelidades impostadas. Quien ofrece resistencia a seguir sus juegos, quien es leal a un proyecto y tiene principios, cae en el olvido, se le desprestigia y se le bloquea desde la red ciega que ha creado, con la intención de anularlo en un ejercicio de mobbing irrespirable.
Esa es la obra que está; diseñando el portavoz de Ciudadanos en esta provincia, sirviéndose de un grupo que actúa como una secta. También fuera de Granada lanza sus tentáculos. Pudo haberlo sido todo, porque le reconozco el trabajo de los inicios, pero una ambición desmedida hace que ahora deambule por los pasillos del Congreso, en soledad; tampoco pertenece a la Ejecutiva Nacional, pese a que se dice “impulsor del movimiento ciudadano” y sólo esté de relleno en la Ejecutiva autonómica, donde presionó para tener una Secretaría. Sin embargo, incomprensiblemente, el partido le ha dejado edificar “su reino” para que aquí siga enraizando la división, la desilusión, la destrucción y el miedo.
Y no, no es precisamente la mano derecha de Albert Rivera a pesar -según su propia versión- de ser uno de los diputados más valorados por ocupar un escaño de la segunda fila del hemiciclo del Congreso. Su actitud frecuente consiste en permanecer con la cabeza baja, aplaudir con desgana y vigilar las redes. Al estar tan escorado a la izquierda, no se le ve en las tomas de televisión, que es lo importante para él. Por supuesto una de sus mayores preocupaciones en el día a día, es la de estar al acecho de cualquier cámara de televisión o fotográfica que se acerque al “jefe”, para ponerse detrás de él y así; aparentar que siempre está; junto al mismo. Todavía corre por las redes una escena protagonizada por el presidente del partido y el portavoz del que hablo en la inauguración de la nueva sede de Ciudadanos en Sevilla donde, claramente, Albert Rivera se vuelve de espaldas para evitar que se parara con él. Fue una “cobra” en toda regla que demuestra, una vez más, en la estima profesional y personal que el máximo responsable tiene a este patético político solo, como dije antes, salvador de sí mismo. No es mejor la que este conspirador nato le dispensa al líder de Cs. pese a que le regalaba con frecuencia aquello de que era “el yerno que toda madre quisiera”…
Y es que son demasiados los “fallos” y durante mucho tiempo, los que ha cometido este personaje y que a mi juicio merecen ser considerados por el partido antes que sea tarde: Sospechosos viajes a China y a Milán, pese a que el partido prohibe recibir regalos... Problemas en Valladolid con una abogada que han dado lugar a que una asociación madrileña contra el maltrato a la mujer solicite en escritos a Diputados y Senadores “la eliminación del partido Ciudadanos del Pacto de Estado contra la violencia de género ya que consideramos que esta formación política no está legitimada para participar en este Pacto porque incumple las normas básicas para poder legislar sobre maltrato….” Y fundamentan su petición en el espinoso asunto aludido, donde presuntamente está implicado el portavoz de Granada. También dio órdenes por su cuenta al concejal de la localidad granadina de Gójar, para que en las elecciones locales de 2015 permitiera la investidura del alcalde imputado de la localidad, aun a sabiendas se incumplía el punto primero de los acuerdos que por todo el país firmó Ciudadanos. Por cierto, sobre este tema aún se espera una explicación.
Ha hecho la vida imposible a tantos, que muchos no han aguantado la presión y han tenido que abandonar y otros están en situación difícil por no acomodarse a sus directrices y soportan el aislamiento de quienes vergonzosamente secundan su estrategia.
Sería muy interesante que explicara, porque presumir ya lo hace, cómo consiguió que él y “su lista” de compromisarios al Congreso General quedaran ¡todos! entre los 15 primeros de toda la Comunidad... y los tres compromisarios andaluces primeros eran de Granada. Que explique en cuántas listas aparecían y cuantas cartas jugaron a la vez. Que explique las filtraciones a la prensa con este asunto para vender que es el “líder andaluz” más querido. Que explique por qué el empeño en desprestigiar a Juan Marín y al parlamentario de Granada, y su obsesión por ocupar el liderazgo andaluz, cuando en su día rechazó el encargo de Albert Rivera al prever que los resultados serían bien distintos a los que resultaron ser... Que explique por qué se fue a hacer campaña a Madrid en lugar de ayudar en Andalucía… Que explique por qué en Granada no se hizo campaña autonómica sino local... siempre “yo” y después “yo”.
Ahora... ¡a buena hora!, al parecer quiere figurar en las próximas elecciones autonómicas como cabeza de lista por Ciudadanos para presidir la Junta de Andalucia compitiendo con Juan Marín, portavoz del partido en el Parlamento Andaluz, líder indiscutible del partido en Andalucía y persona que cuenta con la absoluta confianza de Albert Rivera y el apoyo de Ciudadanos para ese puesto. Este es el último clavo ardiendo que le queda al portavoz de Granada, al que agarrarse. Cada uno tiene derecho a suicidarse políticamente como prefiera. Tampoco tiene muchas más salidas pero con ese intento último, se juega su más que posible desaparición del mapa político con la consiguiente vuelta a su puesto de la Diputación provincial de Granada, donde ya no está como presidente un gran amigo, y donde lo esperan con gran cariño e ilusión sus antiguos compañeros del PSOE.
En la reciente asamblea celebrada en la sede del partido en Granada para elegir Coordinador,a provincial, hubo un valiente, Manuel Montalvo, concejal en la localidad de Albolote, que también se presentó, aun sabiendo que no saldría -pero demostrando él mismo y los que estaban con él, que los candidatos únicos se han acabado. Y esto sólo acaba de empezar. Ha sido la primera vez que ha tenido contestación local este hombre, acostumbrado a ser el único candidato (o alguien puesto a dedo por él) a todo y salir elegido por aclamación popular... de los suyos.
Mi baja personal como afiliado al partido -hace escasos meses- provocó un buen número de mensajes de gran parte de los componentes de la Ejecutiva Nacional, de otros miembros destacados del partido y de afiliados amigos de toda España lamentando que ya no perteneciera a Ciudadanos y reconociendo mi labor en favor del asentamiento del mismo en Granada. Pero ha quedado más que demostrado que mi defensa del partido y de su presidente -a quien tengo el honor de conocer personalmente- ha seguido con el mismo entusiasmo e ilusión que al principio. Mis críticas siempre fueron hacia la persona de un político que, rebotado de otro partido después de militar más de veinte años en él, y del que se fue cinco minutos antes de ser expulsado, practica formas absolutamente dictatoriales (en el sentido más riguroso) camufladas bajo discursos vacíos, monótonos, eternos y empalagosos.
Hubo personas -buenas conocedoras del personaje- que me avisaron al principio, hace ya casi cuatro años, diciéndome: “Todo lo que hagáis por Ciudadanos, será para mayor gloria de este político”. Se quedaron a distancia de acertar... ¡a años luz! Y es que al personaje le gustaría ser el Sol de cualquier planeta.