El agente bancario que iba a ser juzgado este lunes en la Audiencia de Granada acusado de quedarse con más de 200.000 euros de dos hermanos que confiaron en él para la constitución de dos depósitos a plazo fijo y de un aval para un préstamo ha aceptado una condena de dos años y seis meses de cárcel.
La Fiscalía de Granada solicitaba inicialmente para él cuatro años de prisión y una multa de 3.720 euros, pero un acuerdo entre las partes ha rebajado la condena de cárcel a casi la mitad y la multa hasta los 2.160 euros por un delito de estafa continuada, según han informado fuentes del caso.
Esta conformidad ha evitado que se celebrara el juicio por estos hechos, que se remontan a 2008. El fiscal acusaba a este agente bancario de hacerse transferencias a cuentas que controlaba para quedarse con el dinero, siempre a través del servicio de banca electrónica.
Para ello utilizaba indebidamente la tarjeta de coordenadas expedida por la entidad financiera a nombre de los hermanos --que denunciaron los hechos en mayo de 2012--, y de la que "previamente se había apoderado" sin su conocimiento.