La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, aseguró ayer que asistirá a la gala de los premios Goya, que se celebrará el próximo 13 de febrero, y alabó la transición serena y madura que va a realizar la Academia tras el anuncio de la salida de su presidente, Álex de la Iglesia.La ministra, al preguntarle los periodistas en Córdoba si va a asistir a la ceremonia de los Goya, ha contestado: “

Por supuesto, no puedo faltar, no me lo perdería por nada del mundo”.

González-Sinde aseguró que está “muy contenta” y “satisfecha de que las aguas hayan vuelto a su cauce” y alabó la decisión de la Academia de acometer una “transición serena y madura”, por la que el presidente, Álex de la Iglesia, se mantendrá en su cargo hasta que se celebren, en un plazo no superior a los tres meses, elecciones para designar un nuevo equipo directivo.

“Lo importante para una institución cultural tan importante como la Academia es que siga adelante y que se haga, en el XXV aniversario de los Goya, la mejor gala posible. Seguro que lo va a ser”, dijo la ministra, quien añadió que la ceremonia tiene “más expectación, que es de lo que se trata, de que se hable del cine español y se hable
bien”.

La ministra de Cultura aseguró que tanto Álex de la Iglesia, como la vicepresidenta de la Academia de Cine, Icíar Bollaín, luchan por lo mejor para el cine español “y de eso se tratan la academia y los Goya”

El actor Antonio de la Torre, que este año compite en los Goya como mejor actor protagonista por Sergio, el payaso asesino de Balada triste de trompeta, aseguró que Álex de la Iglesia “se sentará” junto a la ministra Ángeles González-Sinde en la gala del 25 aniversario.

“Me consta que tienen una buena relación, a pesar de este desencuentro, y que la van a seguir teniendo; que han hablado entre ellos, que se han comunicado, y que se van a sentar juntos (en la gala de los Goya) y respetándose. Habrá un entendimiento”, aseguró el actor malagueño a EFE.

De la Torre presentaba ayer a la prensa la última película de Daniel Sánchez Arévalo, una comedia titulada Primos, en la que interpreta a Bachi, un hombre “roto” y acabado por la bebida, pero muy tierno y tranquilo, volcado en la única misión de cuidar de una hija adolescente.