La Hermandad de los Gitanos pudo completar sin contratiempos su salida procesional de este año. En un primer momento su comienzo estaba previsto para las 19.00h pero se retrasó por decisión de su Junta de Gobierno ya que las previsiones decían que a las 20.00h paraba de llover. Y así fue, a esa hora se abrió una de las puertas laterales de Santa María y apareció la cruz de guía entre un fuerte y agradable olor a romero. La fila de nazarenos fue bajando la cuesta junto al Ayuntamiento y el paso del Señor se encaró ante la puerta de salida. Con un respetuoso silencio los costaleros bajo la dirección de Luis Muñoz fueron girando el paso para bajar la rampa junto a la Iglesia y colocar el paso en la Plaza Duquesa de Parcent. Una vez allí sonó la primera de las marchas y el numeroso público aplaudió con fuerza al Señor de la Salud. Andando despacito al son de los acordes de la Agrupación Musical "Nuestro Padre Jesús de la Salud" de Sevilla el primero de los pasos se fue alejando del templo.
A continuación mas nazarenos, algunas autoridades y los más pequeños agarrados a las manos de sus acompañantes. Y llegó el turno de la Virgen que como cada año supera la puerta de salida pero con muchas dificultades debido a la estrechez de la misma. María Santísima de la Amargura bien dirigida por su capataz Juan Conrado Osuna y una vez fuera de la Iglesia instaló los respiraderos que se le quitan para que no rocen por los lados. Tras la llamada de "al cielo con ella" la Virgen quedó a la vista del público y comenzó su pausado baile con el acompañamiento musical de la Banda Sinfónica "Ciudad de Atarfe" de Granada. Bajando lentamente la cuesta la Hermandad de los Gitanos se alejó de Santa María para mostrar a los rondeños todo el encanto y la belleza de sus espectaculares pasos.
