Esta semana se ha recogido la uva palomino, típica del marco de Jereaz. Una uva cuya vendimia ha empezado esta semana y que será repartida entre la provincia hasta principios de septiembre. Gran parte de esta furta ha sido trasladada a las bodegas El Gato en Rota donde se elaboran distintas especies de caldos. En apenas unos días ha empezado ya la vendimia anual de una industria que se mantiene viva y que sigue creciendo año tras año. Manzanilla, fino, moscatel, amontillado y palo cortado son algunas de las derivaciones de caldos que se pueden extraer a través de esta uva.
El proceso es el siguiente: los camiones descargan la uva, esta se prensa, se obtienen los mostos y se deja que fermente. Después de un año de fermentación se decide cual será el resultado del vino. Una vendimia muy especial que según aseguran los expertos vinícolas ha sido menor en cantidad en cuanto a otros años pero con mejor calidad. Según la enóloga de Bodegas el Gato, Ana Navarro, el grado de la uva ha descendido. Algo inesperado debido a las altas temperaturas durante este verano. Navarro señala como principales motivos las condiciones meteorológicas de este año como las escasas precipitaciones y especialmente las circunstancias excepcionales que ha traído consigo la pandemia de la Covid-19: “La uva es un cultivo que hay que estar muy encima de ella y los tratamientos se empiezan a aplicar a principios de marzo, cuando empezó el confinamiento, así que se ha tenido más difícil el acceso a los campos para poder aplicar esos tratamientos. El campo no es una tarea que lo pueda realizar una sola persona, se necesitan cuadrillas y hemos estado limitados con eso”. A pesar de la reducción de cantidad, la enóloga asegura que esta merma no es significativa y la calidad de la uva durante este año está siendo “muy buena”.
Aún nos queda esperar a la vendimia de la uva tinta para conocer cómo será la producción de un elemento autóctono de la localidad de Rota como es la tintilla. Tras cancelarse las jornadas de la Tintilla de Rota debido a la actual pandemia, desde Bodegas el Gato lamentan la cancelación de las jornadas de este año aunque miran al futuro positivamente y esperan al año que viene para volver a pisar la uva.
La cantidad de uva que puede registrarse en una caída al lagar, que es el espacio donde se moltura la uva antes de convertirse en mosto, es de 11.500 kilos por cada caída que traducido a 9.000 litros de mosto con un rendimiento del 80%. Un proceso que empieza a elaborarse en esta época del año cuyo resultado está abierto a todos los paladares.
