La Hermandad de la Divina Pastora de las Almas Coronada ha culminado con brillantez los primeros actos de la celebración del X aniversario de la coronación canónica de la Copatrona de San Fernando.
Tras el traslado de anoche a la capilla del convento de Nuestra Señora del Rosario de las Madres Capuchinas, esta mañana se procedió al rezo de Laudes y a su término, sobre las 9,50 horas, el cortejo salía del convento, con dirección a la iglesia Mayor parroquial.
Numerosos hermanos acompañaron a la Divina Pastora en su peregrinar, destacando el acompañamiento de la Coral Logar de la Puente, en el itinerario y en la celebración eucarística, así como la calle General García de la Herrán, con numerosas colgaduras, un suelo alfombrado de hierbabuena y donde tuvo lugar la primera de las petaladas del día.
Con más de media hora de anticipo a la celebración eucarística, la Divina Pastora llegó a la iglesia Mayor parroquial, donde el delegado episcopal de Hermandades y Cofradías, Juan Enrique Sánchez Moreno presidió una ceremonia concelebrada por el párroco de la iglesia Mayor, el Padre Jesús Guerrero Amores, y el arcipreste de San Fernando, el Padre Alfonso Gutiérrez Estudillo.
Mientras se celebraba la eucaristía, en la puerta numerosos cofrades valoraban la suspensión del pregón de Exaltación de la Santa Cruz, a raíz de lo publicado este domingo por San Fernando Información, que el próximo domingo publicará el resto del pregón que no llegó a escucharse en el templo del Santo Cristo.
Tras el canto de la Salve Pastoreña y la fotografía de familia con los hermanos mayores de las hermandades establecidas canónicamente en la iglesia Mayor, que recibieron con bandera y pértigas a la Divina Pastora, comenzaba una procesión de regreso a la parroquia de la Pastora, acompañada por la banda de música del Maestro Enrique Montero, de Chiclana.
En el cortejo no han faltado los hermanos mayores de la Pastora de Cádiz y Chiclana, además de los hermanos mayores de las hermandades de la iglesia Mayor parroquial, y otros como el de Expiración o Medinaceli, por su vinculación franciscana.
Pasadas las 12,15 horas, la Pastora emprendía el camino de regreso y todo ello siempre mirando al cielo, pues la inestabilidad podía hacer peligrar en cualquier momento el discurrir del cortejo. La procesión de regreso recorrió la Plaza de la Iglesia, la calle Rosario, Colón, Escaño, Maldonado, Marconi y Plaza de la Pastora. Cuando la Copatrona de San Fernando entró en el templo, el cielo comenzó a ennegrecer y la lluvia hizo acto de aparición. Pese a ello, todo había el programa se había podido cumplir con exactitud.
