Mucha polémica han levantado los nuevos pasos de peatones de la avenida San Juan Bosco desde el momento en que se suprimieron los rebases para nivelar la acera con el asfalto y ya se comenzaron a denunciar prácticamente atentados contra las personas con movilidad reducida cuando en realidad se trataba de una operación distinta.
Las obras para la ejecución de los nuevos pasos de peatones dieron comienzo la semana pasada y la salvedad es que se trata de pasos de peatones elevados con los que se avanza en la remodelación de esta céntrica vía que acoge gran parte del tráfico rodado de la ciudad.
Los elevados con peralte en el asfalto estarán ubicados en las zonas donde no hay semáforos para mejorar la accesibilidad en la zona y la movilidad de todas las personas, al tiempo que se gana en seguridad en la avenida.
"Actuaciones como esta buscan hacer más amable la ciudad", dicen desde el Ayuntamiento. La instalación de este tipo de pasos de peatones ayuda a disminuir el ruido y las emisiones que producen los vehículos motorizados al tener que reducir su velocidad, aumentan la seguridad vial de los peatones y vehículos al estar estos obligados a circular más despacio y, como ya se ha dicho, incrementan la accesibilidad ya que el paso de peatones elevado queda al mismo nivel que la acera.