Suciedad y ratas. Eso es lo que tienen que soportar los vecinos del bloque de la calle Carmen número 43 debido al estado en que se encuentra un solar que en su día deberá conectar la calle con la Ronda del Estero y donde se construirá una zona verde. Así está pintado en el Plan General de Ordenación Urbana y así está pintado en la Ronda del Estero, donde el paso de cebra interrumpiendo la acera deja claro que allí estará la última entrada al casco antiguo que falta por abrir.
El problema son los restos de chabolas que están sin derribar y que van haciendo que poco a poco se llene de nidos de roedores, y por esos lugares son más liebres que ratones por el tamaño que llegan a tener debido a las ‘buenas condiciones’ de la zona. Chabolas que además han salido ardiendo en alguna ocasión y que pueden convertirse en parapeto de nada saludables actividades.
Desde el Ayuntamiento se les ha dicho que están a la espera de que una empresa de demolición haga el trabajo, pero como las cosas de palacio van despacio, llevan meses esperando y soportando cada vez más las molestias que ocasionan las viviendas ruinosas y sus efectos colaterales.
Y no piden que se construya el parque y lo que falta de calle, que eso saben que va para largo, sino simplemente que se asee la zona para que se vayan las ratas y no tengan la tentación- que más de una lo ha intentado- de colarse en las casas y causar un estropicio.