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San Fernando

La Feria del Carmen y de la Sal navega sobre un mar de dudas

Es necesario que todas las partes implicadas sumen en positivo para tratar de buscar una salida a una fiesta que pierde fuelle por año que pasa.

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  • La portada en la que se ha recordado a Camarón. -

Hay que sentarse en una mesa y coger el toro por los cuernos, no queda otra. Urge que Ayuntamiento de San Fernando y todos y cada uno de los que cada año forman parte del entramado de la Feria del Carmen y de la Sal sienten las bases de qué es lo que se necesita hacer para reflotar una fiesta que por año que pasa va languideciendo. Una auténtica pena para una Feria que era referente en la Bahía de Cádiz cuando llegaba el mes de julio pero, por unos u otros motivos, ha ido perdiendo fuelle.

Los gobiernos locales, tanto el que está ahora como el que se fue, lo han intentado por activa y por pasiva pero no dan con la fórmula ideal para que la Feria del Carmen y de la Sal remonte y salga del atolladero en el que está metida. Hay un dato que es más que relevante, o preocupante según se mire, y el descenso de hasta en nueve casetas en la edición del pasado año con respecto a éste, pasándose de 45 a 36.

Basta con moverse un poco por las redes sociales para ver como proliferan comentarios para todos los gustos sobre qué está pasando en la Feria del Carmen y de la Sal, aunque bien es cierto que no todos son malos y al mal tiempo hay quien todavía pone buena cara, disfrutando de la Feria, pero sobre todo por la njoche porque hablar de Feria de Día en San Fernando es, a día de hoy, una auténtica quimera. O si no que se lo pregunten a las pocas valientes que el pasado jueves se atrevieron a desafiar el calor subsahariano para intentar disfrutar del Día de la Mujer, al que obviamente hay que darle una vuelta de tuerca.


Intenso calor

Y todo ello sumado a que este año el clima está siendo excepcional, quizás demasiado benevolente por las altas temperaturas que hacen que la estampa más repetida en el recinto de La Magdalena sea el de la gente consumiendo fuera de las casetas. Eso sí, en favor del Gobierno local hay que decir que la iniciativa puesta en marcha el pasado año de ampliar la zona de terraza ha sido todo un acierto.

Hay quien opina que la relación precio-calidad en muchas de las casetas de la Feria del Carmen y de la Sal está dejando mucho que desear, si bien es cierto que eso es algo que está siendo una tónica general en la mayoría de las ferias del entorno de un tiempo a esta parte. En dicha corriente van más allá y ponen el dedo sobre la llaga al señalar que el hecho de contratar caterings externos ha ido en perjuicio de la Feria, también hay que hacer un inciso y dejar claro que no todos los caterings son iguales en ese baremo de calidad-precio.

De hecho, este año han sido muchas las casetas las que han vuelto a apostar por recuperar sus señas de identidad y han sido sus propios dueños los que se han dedicado a explotar el servicio de barra.

El material con el que se montan las casetas también está siendo motivo de debate durante los últimos años, sobre todo desde que por seguridad se apostó por casetas de aluminio en lugar de las de hierro. Ello ha provocado que en plena ola de calor meterse en una caseta de aluminio es casi un imposible. La opción de hacer las casetas más manejables e incluso con toldos que pudieron abrirse, también como antaño, es algo que también da para escribir un libro.

Y, por último, el cambio de fechas. Difícil, muy difícil apostar por esta opción cuando la tradición y su propio nombre lo indican es Feria del Carmen y de la Sal, es decir, que no queda otra que se celebre en julio salvo que se quiera reinventar una nueva denominación -aquí habría que ir con pies de plomo precisamente por los puristas que defienden y defenderán siempre la Feria en julio-. Y, además, buscarle un encuadre nuevo a la Feria isleña parece harto complicado por eso de que casi todas las fechas están cogidas y una vez que empieza en la provincia la temporada de ferias allá por el mes de mayo es difícil que no haya fiestas en alguna localidad cada fin de semana, e incluso llegan a solaparse.

En definitiva y, lo dicho al principio, es hora de sentarse en la misma mesa y elaborar un decálogo en el que se realmente se sienten las bases para ir hacia arriba. Eso o esperar a que lleguen los Fondos EDUSI desde Europa y el Gobierno local pueda ejecutar ese recinto ferial que tiene programado con dichas ayudas.

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