Todo empezó en 2001, cuando Manolo Colón convenció a Pepito para que ayudase al GE Bazán en la Regional Preferente. El delantero isleño había pasado por las categorías inferiores del Real Madrid en las que coincidió con Guti, Fernando Sanz, Valerio, Ramis, etc. e incluso llegó a debutar con el primer equipo. Tras esto jugó en el Cádiz, Badajoz, Chaves, Levante y San Fernando, de donde accedió a Sacramento. José María García García comenzaba así una relación con el conjunto bazanero muy especial.

En 2017, el hijo de Pepito, José Mari García Reguera tomó el testigo de su padre. Tras jugar en las categorías inferiores del Cádiz y desarrollar su juego entre tercera y 2ªB en clubs como el Plasencia, el Avilés o el Conil, el joven extremo resultó pichichi de la 1ª Andaluza con los aurinegros en tan solo una vuelta, marcando 16 goles en 18 encuentros. La segunda etapa bazanera fue en la pasada campaña, en la que José Mari marcó 8 goles tan solo en la 2ª vuelta.

En 2019, Luís Jesús García Reguera, AKA Wiwi firma por el club en el que jugó su padre y su hermano mayor. Con tan solo 18 años, tiene experiencia en diversos equipos, destacando por su calidad, su lucha y sus goles, siendo pichichi de la Nike Cup con el cadete del RCD Espanyol en el 2015. También pasó por las canteras del Cádiz y del RCD Mallorca.

Wiwi viene al Bazán para ser la referencia del ataque del equipo de Antonio Flor, que este año está conformando un equipo joven y de calidad.

El joven ariete comentó a esta redacción que: "Me considero un jugador que donde mejor me manejo es en el área ya que soy delantero y tambien lo puedo hacer en la zona de media punta”.

En lo que se refiere a sus objetivos grupales y personales, el sobrino de la Niña Pastori comentó:  "Este año voy a estar enfocado en aportar al equipo lo máximo posible y en cuanto a lo personal, meter goles y crecer como jugador”.

Por último, el flamante fichaje bazanero quiso enviar un mensaje a la afición: "Este año os quiero hacer disfrutar de mi futbol”.