El autobús salía de la parada de Cádiz más de veinte minutos antes de llegar a la del Hospital Puerta del Mar. O sea, que iba con prisa, al menos a partir de esa parada.
El coche arrancó antes de que estuvieran sentadas todas las personas y un hombre que buscaba un asiento en el autobús ya casi lleno -por la acumulación de personas por la espera- estuvo a punto de dar con su cuerpo en el suelo si no llega a cogerlo el señor que está en el lado izquierdo.
La caída hubiera tenido sus consecuencias para cualquier persona de cualquier edad porque el acelerón fue de órdago. Y a ello siguió un frenazo casi en seco que hizo que la mayoría de los pasajeros estuvieran a punto de dar con la cabeza en el asiento delantero o caerse directamente al pasillo.
En el video que la llegado a este periódico se puede ver la herida en el antebrazo del hombre accidentado que fue atendido por la chica que estaba a su lado mientras los viajeros recriminaban la forma de conducir del conductor.
Los frenos, dicho sea de paso, tampoco estaban en perfecto estado de revista vista la nula suavidad de las frenadas.
