El alcalde, Víctor Mora, y el primer teniente de alcalde, Javier Porrúa (Cs), han trasladado el total respaldo del Gobierno local a las bodegas de la ciudad ante la propuesta de Fedejerez en el Consejo Regulador del Marco de Jerez que podría suponer la desaparición de la DO Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda.
Representantes de la Asociación de Bodegas de Sanlúcar, encabezada por Víctor Vélez en calidad de vicepresidente, José Gómez como secretario y Gabriel A. Raya como apoderado y coordinador, han presentado al alcalde la nueva asociación sectorial de los vinos de la ciudad, trasladándole los fines y objetivos de la misma, así como las principales preocupaciones del sector, principalmente la reciente propuesta que se debate en estos instantes en el Consejo Regulador de Jerez y Manzanilla, a petición de Fedejerez, que significaría la desaparición como tal de la Denominación de Origen Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, pasando a ser la Manzanilla un tipo más de vino de la D.O. Jerez.
El alcalde recuerda que la D.O. Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda se constituyó en el año1964, y es una de las denominaciones con más historia de España, en la que representa actualmente, según información reciente facilitada por la Comisión de la Manzanilla, nada menos que el 56,15% del total de ventas de vinos amparados por el Consejo Regulador de las denominaciones de origen Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda y Jerez-Xérès-Sherry.
Sector estratégico
Para Víctor Mora, esta decisión originaría “graves consecuencias para una ciudad donde el vino siempre ha sido y es un sector económico estratégico”, por lo que ha trasladado a los bodegueros sanluqueños el total apoyo del equipo de gobierno municipal y la intención de acudir a todas las instancias necesarias para defender la identidad del vino sanluqueño, amparado por su propia denominación de origen por tradición, historia y cualidades enológicas.
El delegado de Turismo de la ciudad ha subrayado también la importancia del sector vitivinícola desde el punto de vista enoturístico, por lo que cualquier acción en contra de la DO supondría un auténtico varapalo para otro de los pilares de la economía local.
