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‘Ernest Cole: Lost and Found’: Imágenes contra la infamia

La mirada de Peck se funde con la de Cole a través de cientos de las admirables fotografías de este último, la mayoría en blanco y negro, y de la voz en off

Publicado: 14/11/2024 ·
09:44
· Actualizado: 14/11/2024 · 09:44
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  • ‘Ernest Cole: Lost and Found’. -

Un hombre negro, nacido en un barrio pobre y excluído, pero donde tuvo una infancia muy feliz, siempre añorada, mira a través del objetivo de su cámara y fotografía calles y entornos en Sudáfrica.

Un hombre negro capta rostros, actitudes, casas, autobuses atestados de personas de su raza, a las que no se les permite viajar en los vehículos de las personas blancas, ni en el metro, ni en los trenes, ni sentarse en los bancos, ni a su lado en las iglesias, ni un largo e intolerable etcétera que deben soportar y asumir bajo el riesgo de ir a la cárcel o de su integridad física.

Un hombre negro que ha estudiado con un método inferior y menos cualificado reservado a personas de su color, pero que, por su talento, consigue colaborar en revistas y agencias.

Un hombre negro que se radicaliza políticamente y toma conciencia de su propia e injusta opresión y la de l@s suy@s en su país, a través de sus relaciones con los mejores artistas de su época.

Un hombre negro que llegó a escribir un libro con sus imágenes contra la infamia de, en sus propias palabras, «trescientos años de supremacía blanca que nos ha colocado en una esclavitud despojada de dignidad, robado nuestra autoestima y rodeado de odio»

Un hombre negro cuyo volumen citado se prohibió y a él la vuelta a Sudáfrica. Un hombre negro, que por entonces estaba en su Nueva York soñada como paraíso de libertad e igualdad, y que le devolvía de nuevo el rostro desolado de la discriminación y el racismo.

Un hombre negro que captó incansablemente a l@s suy@s, de todas las edades, en varias ciudades y continentes, en miles y miles de negativos. Que los captó en su explotación, miseria, segregación y apartheid, pero también en sus juegos, risas, actividades culturales, tareas o placeres cotidianos.

Un hombre negro que siempre ansió volver a su país y a ver a su madre, algo que repetía incansablemente en sus escritos. Un hombre negro que sólo lo logró con sus cenizas, que se esparcieron en su querido barrio.

Un hombre negro que respondió al nombre de Ernest Cole, nacido en 1940 en Pretoria y fallecido en Nueva York en 1990, de un cáncer de páncreas, cuando aún no había cumplido los 50 años.

Un hombre negro a quien todos los reconocimientos le son debidos. Como el que le hace con este extraordinario documental nada al uso, otro hombre negro, que también escribe su guion: el documentalista, activista político y cineasta haitiano, que llegó a ser ministro de Cultura en su país, Raoul Peck, cosecha del 53, entre cuyos créditos está la notable ‘I am not your negro’ (2016).

La mirada de Peck se funde con la de Cole a través de cientos de las admirables fotografías de este último, la mayoría en blanco y negro, y de la voz en off con sus frases, opiniones y pensamientos que interpreta muy bien el actor Lakeith Stanfield.

Sus excelentes facturas visual y sonora se deben respectivamente a Wolfgang Held, Moses Tau y Alexei Agui. Fascinante, necesario, valioso y relevante documental que rinde tributo a un personaje único.

NI SE LES OCURRA PERDÉRSELO.

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