Es la ocasión perfecta para admirar las verdaderas obras de arte que tenemos en el apartado más sacro de esta ciudad y, así, muchas hermandades lucirán otras estampas (flores, vestimentas, música, etc.) para ver los pasos desde otras perspectiva. Así, en San Gonzalo se barruntó hasta última hora con la posibilidad de que el Señor luciera su túnica blanca, como antaño, pero las Reglas lo impedirán.