Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización criminal dedicada a la trata de seres humanos para su explotación sexual y laboral, así como para el ejercicio de la mendicidad, en Canarias y Sevilla.
Durante la operación, los agentes han logrado liberar a 15 víctimas de la organización criminal y detener a 10 personas supuestamente relacionadas con el grupo.
La investigación comenzó en junio de 2012 cuando los agentes tuvieron conocimiento, a través de diversas manifestaciones procedentes de algunas de las víctimas de la trama, de la existencia de un clan familiar de nacionalidad rumana dedicado a la comisión de diversas actividades delictivas, entre las que destacaban la trata de seres humanos con fines de explotación sexual, laboral y el ejercicio de la mendicidad, así como actividades relacionadas con el contrabando de tabaco.
Las primeras pesquisas permitieron averiguar que esta organización criminal captaba a personas en su país de origen, Rumanía, bajo la promesa de un trabajo en el sector agrícola en Sevilla, exigiendo como compensación por el viaje, el sueldo correspondiente al primer mes. Tras ese periodo, las víctimas eran despedidas y trasladadas a Tenerife y Gran Canaria, donde eran obligadas a ejercer la mendicidad, bajo amenazas y agresiones físicas.
PROSTITUCIÓN CALLEJERA Y EN EL PISO FAMILIAR
Además de las actividades relacionadas con la imposición del ejercicio de la mendicidad y la explotación laboral, los investigadores descubrieron que la organización investigada tenía ramificaciones en varios países europeos --Italia y Reino Unido fundamentalmente--, a través de las cuales gestionaba un entramado cuya finalidad era la trata de mujeres para explotarlas sexualmente.
La red también captaba a las víctimas en Rumanía de manera continua y las trasladaba a esos países, además de a España, concretamente a Gran Canaria, donde ejercían la prostitución en la calle, principalmente en la Playa del Inglés.
CONTROL SOBRE EL DINERO
Los agentes, según informa la Policía Nacional en una nota, comprobaron también que el grupo familiar investigado utilizaba el piso donde residían junto con tres menores de edad para realizar los servicios sexuales.
De esta forma, les resultaba muy fácil controlar el dinero generado por las víctimas en el ejercicio de la prostitución y tenían a su alcance las pertenencias de los clientes para sustraérselas al descuido.
Una vez recopilada toda la información, se desarrolló un dispositivo en el que fueron detenidas 10 personas e imputadas otras 11, todos ellos miembros de la organización, emparentados entre sí y de nacional rumana, y además, se pudo liberar a 15 víctimas de la trama.
La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la Brigada Central Contra la Trata de Seres Humanos de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras junto con UCRIF de Las Palmas, con la colaboración de la Unidad de Prevención y Reacción de Las Palmas, de las Agregadurías de Interior de las embajadas de Rumanía en España y las de España en Italia y Reino Unido.