Los nostálgicos de la Exposición Universal de Sevilla de 1992 tienen la posibilidad de visitar hasta octubre un pedacito de la Expo que tanto supuso para la capital hispalense y para Andalucía hace ya 25 años. El Pabellón de la Navegación, en la isla de la Cartuja, acoge desde el pasado viernes la muestra Un éxito de todos. Del sueño a la realidad, con más de 3.000 metros cuadrados expositivos que repasan la historia de la Expo’92, desde sus primeros pasos por 1976 -cuando Sevilla fue elegida como sede- hasta la actualidad, pasando por los seis meses que duró la muestra universal, siento ésta la parte central de la exposición que forma parte de los actos del XXV aniversario de la Expo’92.
La muestra, que permanecerá abierta al público precisamente hasta el próximo 12 de octubre (para emular los 176 días que abarcó la Expo del 92) ha cosechado ya en su primer fin de semana -se abrió al público el pasado viernes- más de 1.000 visitas.
Promovida por la asociación ciudadana Legado Expo y Epgasa (empresa de la Junta que gestiona los activos de la Expo’92), y con la colaboración del Colegio Oficial de Arquitectos y el patrocinio de la Fundación Cajasol (entre otros) fue inaugurada institucionalmente este lunes, con la asistencia de la consejera de Hacienda, María Jesús Montero, y el alcalde, Juan Espadas. Ambos subrayaron la importancia de mirar atrás y recordar “lo que Sevilla y Andalucía fueron capaces de hacer”, algo que “demuestra la capacidad de los andaluces”, según Montero, pero también la necesidad de poner en valor “lo que se hace en estos momentos y lo que queremos proyectar en un futuro”, como señaló Espadas.
La muestra, en consonancia con los valores del XXV aniversario de la Expo’92, pretende aprovechar la herencia del gran esfuerzo que en su momento supuso ejecutar la Expo y servir de inspiración para los retos del futuro. “No sólo debe ser un respaldo nostálgico, sino una oportunidad de reclamar a Sevilla, usando la herencia del 92 como plataforma”, señaló de su lado Ángel Aramburu, presidente de la asociación Legado Expo, que aprovechó su interlocución para reclamar el carácter permanente de esta muestra y “no tener que guardar este material otros 25 años más”.
Centenares de objetos
Varias decenas de maquetas, centenares de objetos originales de la Expo’92 donados y varias horas de material audiovisual (con muchas tomas inéditas) forman parte de esta muestra, que contiene auténticas joyas como la maqueta del PGOU de 1987, cedida por la Gerencia de Urbanismo y que estuvo integrada en las Naves del Barranco hasta la reutilización de este espacio. Esta maqueta, de 18 metros cuadrados y que abarca todo el término municipal de Sevilla, muestra los cambios urbanísticos que debieron ejecutarse en la pre-expo y que llevaron a la ciudad a ser como hoy se conoce.
Además, incluye otras maquetas originales, como la del proyecto de Emilio Ambasz (una de las dos propuestas ganadoras del concurso para la ordenación de la Expo’92); maquetas de los puentes del Alamillo y Barqueta, y la de los pabellones de Japón y Hungría. Junto a estas piezas destacan la vidriera de la escenografía de la inauguración de la Expo’92; el atril que debió servir también para el acto inaugural pero que nunca llegó a utilizarse; el libro de honor del pabellón de Andalucía; dos de las telecabinas de la Expo; un espacio dedicado a las propuestas de mascotas, Con Curro como ganadora; el vestido que usó Rocío Jurado para el espectáculo Azabache; y una maqueta de la cabalgata La magia del tiempo, cedida por Joan Font, de Els Comediants.
Esta muestra es posible gracias al trabajo de investigación (dos años) del equipo de Legado Expo y de sus comisarios José Ramón López González y Rafael Ruiz, además del trabajo del diseñador David Barco.