El de hoy martes es el segundo día en el que
521.926 estudiantes sevillanos de todos los ciclos educativos (
desde Infantil a las universidades)
continúan su formación en sus casas como consecuencia de la
suspensión de las clases presenciales en Andalucía tras decretarse el
estado de alarma por el coronavirus, una medida con la que conseguir
frenar la curva de contagios.
El
cambio brusco en la rutina diaria de los estudiantes, la imposición del
teletrabajo en la mayoría de las empresas y administraciones y el tiempo en el que se pueden
prolongar estas medidas de confinamiento (el
Gobierno ya avisa de que
podría aumentarlo en dos semanas más que sumar a los 15 días ya aprobados) pueden tener un
efecto directo en la convivencia dentro del seno familiar.
La
psicóloga Merche Barbancho (Jerez de la Frontera, 1977) avisa de la necesidad de "
buscar un equilibrio entre el teletrabajo y los teledeberes". En este sentido, esta profesional especializada desde hace más de una década en el colectivo infanto-juvenil llama a la necesidad de "ser conscientes" de que en casa no se podrá seguir "al cien por cien" el modelo y ritmo diario de los alumnos en sus clases ordinarias. Por eso, aboga por
limitar las "exigencias" a fin de que no aumente la "tensión" en el ámbito doméstico. "
Vamos a dosificar nuestras fuerzas porque esto puede alargarse. Seamos buenos con nosotros mismos", apostilla Barbancho.
Esta psicóloga considera que
los padres no pueden sustituir estos días a los profesores. "Ayudarán más", sobre todo, a los niños que están en los ciclos de Infantil y Primaria, reconoce Barbancho, para la que es esencial contar estos días con un
horario para así dar "
sensación de control sobre nuestra vida y evitar la desidia".
¿
Qué hacer ante situaciones de mayor estrés, enfado e incluso tristeza que se pueden generar estos días como consecuencia del confinamiento? Barbancho anima a "
expresar cómo nos sentimos" y reconducir situaciones de tensión con "peleas de almohadas, teatros de marionetas, construcciones de bloques que derribar...". "El niño debe poder expresar cómo se siente y los adultos ofrecerles formas más adecuadas de hacerlo", apostilla.
Si esta psicóloga es partidaria de "limitar las exigencias" en relación con las tareas escolares que hacer en casa estos días, igualmente sugiere que se sea
"algo más flexibles" con el uso de tecnologías y aparatos electrónicos, aunque alerta: "
No puede ser el único modo de distracción. Tenemos que diversificar los momentos de ocio, por eso es tan importante contar con un horario".
Barbancho pone el acento en
aspectos positivos que traen consigo estas medidas excepciones del estado de alarma que limitan nuestra libertad personal. "En mi consulta, muchos niños relatan que lo que más echan de menos es tiempo de juego con sus padres.
Este confinamiento obligado nos regala la posibilidad de sacar los juegos de mesa y pasar tiempo con los hijos", sentencia. "Esto sacará, sin duda, cosas buenas de cada uno de nosotros", se reafirma.