El Pabellón de la Navegación de Sevilla, gestionado por la Empresa Pública de Gestión de Activos (Epgasa) de la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, reinicia este martes, 23 de junio, su actividad, cuando abre sus puertas al público tras la adopción de las medidas higiénico-sanitarias que garantizan la seguridad del personal y visitantes, y no cerrará sus puertas en el mes de agosto.

En una primera fase, los espacios visitables serán los de la exposición permanente, según ha informado en una nota la Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, que ha aclarado que, para la reapertura del Museo, se han seguido "todas las instrucciones y recomendaciones sanitarias".

Así, se han diseñado y señalizado itinerarios concretos para los visitantes, se ha limitado el aforo permitido en cada sala al 65%, y se han instalado elementos de higiene en aseos y zonas comunes. Como en cualquier otro espacio museístico andaluz, el uso de mascarilla será obligatorio en el interior de la exposición.

Las visitas deberán ser concertadas. El horario de la exposición permanente será de martes a domingo, de 10,00 a 15,30 horas, un horario que, al igual que las condiciones descritas, se mantendrá así hasta septiembre.

La exposición permanente del Pabellón se centra en la navegación oceánica, sus aspectos humanos, científicos y técnicos, así como sus consecuencias económicas, demográficas, ecológicas y sociales, que ya son "parte fundamental de la historia universal".

Su contenido está dividido en cuatro bloques temáticos; en concreto, los navegantes; ciencia y tecnología de la navegación; 'La vida a bordo', experiencia de navegación interactiva; y visiones históricas sobre los cinco siglos de la navegación en Sevilla. En esta primera fase de apertura no están incluidas las visitas a la Torre Mirador.

El Pabellón de la Navegación, situado en la orilla del río en el entorno del Parque Científico y Tecnológico Cartuja (PCT Cartuja), pertenece a la Empresa Pública de Gestión de Activos, S.A., que es fruto de la integración en el sector público empresarial andaluz de la antigua Sociedad Estatal de Gestión de Activos (Agesa), encargada de reutilizar y rentabilizar los bienes que la Administración central poseía en la Isla de la Cartuja procedentes de la Expo 92 y traspasados a Andalucía.