Los editores de libros de texto están haciendo "todo lo posible" por no trasladar al consumidor el incremento de los costes de producción y destacan que más del 50 % del alumnado recibe algún tipo de ayuda para adquirir sus manuales escolares.
En una entrevista con EFE, el presidente de la Asociación Nacional de Editores de Libros y Material de Enseñanza (Anele), José Moyano, explica que el encarecimiento de los costes de producción puede "diferir en cada una de las empresas"; por lo tanto, es complicado calcular el impacto final en el sector.
"Lógicamente, si está afectando al conjunto de la economía, también afectará a las editoriales. Dicho esto, las empresas están haciendo todo lo posible para no trasladar al consumidor final todo el incremento de los costes de producción. De hecho, si observamos lo ocurrido en los últimos años, los libros de texto no han sido objetos inflacionistas", subraya.
Llama además la atención respecto a que algo más del 50 % de los alumnos reciben algún tipo de ayuda para los libros de texto, ya sean los libros en préstamo o ayudas directas para su adquisición.
En cuanto a las previsiones de ventas para este año, el presidente de Anele explica que, dada la situación que se ha vivido con el cambio de currículo y "la incertidumbre" -como consecuencia de la entrada en vigor este año de la Ley Celaá-, es difícil hacer un cálculo.
"Este año -agrega-, una buena parte de la prescripción que, normalmente, se hacía en el mes de junio se ha trasladado a septiembre".
A causa de los retrasos habidos en la publicación de los nuevos currículos para todas las etapas educativas por parte del ministerio y de las comunidades autónomas, las editoriales se han visto obligadas a trabajar con los borradores que les han ido enviado las consejerías de Educación, pero los manuales estarán a su debido tiempo, garantiza Moyano.
Todas las comunidades han facilitado los borradores para que se pudiera ir trabajando, "no solo las editoriales, también los docentes, en la preparación tanto de los libros como de las programaciones didácticos del próximo curso. Todas las empresas editoriales de contenidos educativos están trabajando con estos textos para facilitar libros y recursos al comienzo del próximo curso".
En estos momentos, siete comunidades tienen aprobados todos sus decretos autonómicos (Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Madrid, Aragón, Valencia y La Rioja) y siete no han aprobado ninguno (Andalucía, Canarias, Castilla y León, Cataluña, Galicia, Murcia y País Vasco).
El resto de los territorios tienen aprobados algunos de sus decretos y están a falta de aprobar el resto.
Tras señalar que el nuevo desarrollo curricular supone un cambio "muy importante", Moyano recuerda que la ley establece que es en los docentes en quienes recae la decisión respecto a los libros y contenidos que emplea en sus clases, por lo que cualquier instrucción de las Administraciones respecto a los libros que deben usar los profesores supondría ir en contra de la legislación.
"Dicho esto, sí que hay dos comunidades, Andalucía y Murcia, que cuentan con sistemas de préstamo que han decidido no cambiar los libros de texto. En el caso de Murcia sí que se van a cambiar los libros de 1º y 3º de Primaria, no así los de 5º de Primaria y los de 1º de la ESO. Los libros de 3º de la ESO no han entrado en el programa de gratuidad y, por tanto, no hay ninguna instrucción al respecto".
En Andalucía, "aducen que no les da tiempo a tener aprobados sus currículos, pero lo cierto es que los borradores existen y que el próximo año ha de iniciarse el nuevo desarrollo curricular en los cursos impares".
Tanto en Andalucía como en Murcia, la decisión sobre la no renovación "responde más a una cuestión presupuestaria que a otra cosa", según sospecha el presidente de Anele.
El catálogo de las editoriales de esta patronal cuenta con 34.371 títulos en papel y 26.749 títulos digitales (a fecha de 10 de agosto) y la mayor parte de los títulos en papel dan acceso a contenidos digitales.