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sociedad

Cuatro proyectos andaluces optarán al Premio Nacional de Arqueología y Paleontología

Aspiran a los 80.000 euros que Fundación Palarq concede al proyecto ganador

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  • Ánfora número 11 del Tesoro de Tomares. -
  • Se trata de investigaciones en curso lideradas por equipos pertenecientes a instituciones públicas españolas

Una investigación del megalitismo ibérico sobre el tholos de Montelirio y el dolmen de Menga (Sevilla y Málaga); las excavaciones e investigaciones en el templo del faraón Tutmosis III en Luxor (Egipto); un estudio histórico, numismático y metalográfico del Tesoro de Tomares (Sevilla), y una investigación del patrimonio cultural subacuático de la Bahía de Algeciras (Cádiz) son los cuatro proyectos de Andalucía que aspiran este año conseguir los 80.000 euros con los que está dotado el Premio Nacional de Arqueología y Paleontología Fundación Palarq.

La tercera edición del galardón cuenta con un total 18 proyectos aspirantes en su tercera edición. La entidad analizará ahora las candidaturas recibidas para determinar cuáles serán los seis finalistas que entrarán en la carrera de esta edición del premio.

Todos los proyectos aspirantes están liderados por equipos de investigación pertenecientes a instituciones públicas españolas y, en todos los casos, se trata de investigaciones en curso, ya sea en territorio nacional o en el extranjero.

El 15 de junio, un jurado internacional de reconocido prestigio en el ámbito científico y cultural, elegirá el proyecto ganador que se hará público durante la gala de entrega del premio que se desarrollará en el Museo Arqueológico Nacional (MAN), entorno que tradicionalmente ha albergado el evento. El certamen, con carácter bienal, es el primer premio de estas características concedido por una fundación privada dedicado a estas disciplinas y está dotado con 80.000 euros.

PROYECTOS

El Catedrático de Prehistoria del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, Leonardo García Sanjuán, dirige el proyecto ‘Gigantes de la Prehistoria. Megalitismo y Complejidad Social Temprana en Antequera y Valencina’, centrado en estudiar el tholos de Montelirio y el dolmen de Menga, máximos exponentes del megalitismo en la Península Ibérica y el papel social de estos monumentos a lo largo del tiempo. El proyecto se centra en los periodos Neolítico Final y Edad del Cobre, desarrollados en la Península Ibérica entre c.4200 y 2200 BCE.

El objetivo principal de las investigaciones actuales es entender el contexto temporal, espacial y social de estos singulares monumentos.

Respecto a las ‘Excavaciones e investigaciones en el tempo del faraón Tutmosis III en Luxor’, Miriam Seco, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, investiga en el mítico yacimiento de gran riqueza arqueológica en el que ha trabajado en 15 campañas arqueológicas desde el año 2008.

Este templo, antaño sagrado, de la antigua Tebas es considerado como uno de los grandes monumentos del Egipto faraónico. En esta ocasión se pretende excavar la extensión completa del yacimiento con la finalidad de alcanzar el conjunto de capillas y santuarios dedicados al dios Amón y su museización para convertirlo en un museo al aire libre.

Por su parte, los investigadores de la Universidad de Sevilla Enrique García Vargas y Miguel Ángel Respaldiza Galisteo dirigen el proyecto ‘Moneda y Metal en la Bética Tardorromana. Estudio científico del Tesoro de Tomares’. que constituye un estudio integral (histórico, numismático y metalográfico) del mayor conjunto monetario de Europa.

El proyecto estudia el conjunto de 19 ánforas que contenían en total unas 53.000 monedas de bronce plateado ocultados intencionadamente y nunca recuperadas. Pretende avanzar en el análisis del significado numismático, histórico y económico del Tesoro de Tomares a partir de los datos recogidos en las labores de restauración, documentación gráfica, analítica arqueo métrica y catalogación del número de monedas estudiadas, que ahora mismo alcanza el 15%.

La Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Cádiz desarrolla otro de los proyectos, ‘Entre las columnas de Hércules, arqueología subacuática de un espacio privilegiado. La Bahía de Algeciras (HERAKLES)’, ubicado geográficamente en el Estrecho de Gibraltar, bajo la dirección de Felipe Cerezo Andreo junto a Alicia Arévalo González.

Se centra en el patrimonio cultural subacuático de la Bahía de Algeciras y alrededores a través de una perspectiva diacrónica, sin límites temporales y tiene el objetivo de documentar y hacer un estudio intensivo de diversas zonas arqueológicas subacuáticas, al tiempo que se contextualiza el paisaje costero y los asentamientos portuarios de este entorno.

CERTAMEN ÚNICO

Convocado por la institución con ese mismo nombre, el galardón nace en 2018 con la finalidad de reconocer la excelencia y originalidad de proyectos arqueológicos y paleontológicos dirigidos por equipos de investigación españoles, desarrollados tanto a nivel nacional como internacional, sin restricciones de culturas o períodos históricos. Los proyectos de investigación sobre paleontología deben estar relacionados con la evolución humana.

La primera edición en 2018 contó con 25 participantes, 6 finalistas, y un Jurado que falló a favor del proyecto ‘Construyendo Tartesos’, investigación sobre la cultura tartésica que desarrolla el equipo liderado por Sebastián Celestino Pérez y Esther Rodríguez González, del Instituto de Arqueología (CSIC–Junta de Extremadura).

La segunda edición, en 2021, contó con 20 participantes y 6 finalistas. El Jurado internacional falló en esta ocasión a favor de ‘La Montaña del tiempo. Exploración de un campamento paleolítico en La Garma’, desarrollado por los doctores Pablo Arias y Roberto Ontañón, del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC).

La investigación premiada ha revelado la existencia de un yacimiento único en el mundo que constituye una verdadera cápsula del tiempo, donde este se detuvo hace 16.500 años, gracias a un desprendimiento en la entrada original que transformó la cueva en una burbuja, lo que ha permitido conservar los vestigios de un asentamiento paleolítico.

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