Madrid está inmersa en la celebración de su patrón, San Isidro. Y, un año más, vuelve a apostar por unas fiestas libres de violencias machistas.
Para ello cuenta con numerosas mujeres voluntarias, en colaboración con el Ayuntamiento, que se encargan de asesorar ante una posible agresión, en los ya conocidos puntos violetas.