¿Es la caída del cabello una nueva secuela del coronavirus? Eso es lo que parece a tenor de los informes que llegan de pacientes que, meses después de haber superado la COVID-19 después de que entre marzo y abril comenzaran a registrarse los primeros casos en Europa Occidental, comienzan a informar de casos de pérdida del pelo, en algunos casos de forma masiva y preocupante.
Mientras continúan los esfuerzos por hallar una vacuna, aún son muchos los interrogantes que quedan por resolver del nuevo virus SARS-CoV-2, del que los científicos siguen estudiando aún las vías de contagio a través del aire, las secuelas de la enfermedad, o por qué afecta más a unas personas que a otras y genera distintos síntomas y secuelas. La cuestión es: ¿es la alopecia una de ellas?
Los médicos detectan un aumento de casos de caída del pelo
La voz de alarma en nuestro país la han dado ya varios médicos y dermatólogos de hospitales en Madrid, que han visto cómo se han disparado las consultas por casos de alopecia repentina e inexplicable, en la gran mayoría de casos relacionada con pacientes que han superado la COVID-19 y que meses después -cuando pensaban que ya habían dejado atrás las secuelas de la enfermedad- ven cómo comienza a caérseles el cabello de forma anormal.
De hecho estos casos han comenzado a salir a la luz en todo el mundo a raíz de que otras personas que habían vencido al coronavirus comenzaran a relatar su experiencia y cómo lidiaban con las secuelas del virus; fue entonces cuando surgió la voz de alarma: algunas de estas personas estaban perdiendo el pelo. Rápidamente, con la ayuda de las redes sociales, comenzaron a aparecer más y más casos y los expertos se pusieron a estudiar el problema.
Una de las voces que reveló esta secuela del virus surgió a principios de agosto, y como ocurre a menudo tuvo que ser alguien famoso quien llamara la atención sobre el problema para que otros pudiera hacer oír también su voz; en este caso fue la actriz Alyssa Milano -conocida por su papel en series como Melrose Place- quien comenzó a relatar a través de Instagram su calvario para vencer a la enfermedad, algo que logró finalmente en abril.
Milano -que confesó que llegó a pensar que iba a morir- publicó entonces un video en la red social -que llegó a hacerse viral- en el que mostraba cómo un simple cepillado hacía que de su cabeza se soltaran grandes mechones de pelo... "Pensé en enseñaros lo que la COVID-19 le hace a vuestro pelo", decía la actriz en el video.
¿Qué causa esta pérdida del cabello?
El caso de Milano fue el más llamativo y sirvió para dar a conocer el problema y que otras personas informasen de secuelas similares. Algunos estudios realizados entre pacientes que han pasado por la COVID-19 apuntan a que entre un 25% y un 30% de quienes sufren la COVID-19 sufrirán una caída intensa del pelo pasados 2-3 meses de la enfermedad.
Pese a que esta secuela puede alarmar a muchas personas que teman que, además de su salud, su aspecto físico también se resienta, los expertos llaman a la calma: ya hay estudios científicos que relacionan esta pérdida del cabello sufrida tras pasar la enfermedad del coronavirus con el efluvio telógeno: un tipo de alopecia causada cuando nuestro organismo sufre un gran estrés físico o emocional, mucha fiebre o una enfermedad grave.
Vistas las causas, parece lógico que la COVID-19 puede desatar esta pérdida masiva del cabello. De hecho, como apuntan los expertos en dermatología, el efluvio telógeno no está relacionado exclusivamente con el coronavirus si no que puede desatarse también con otras patologías o tras un período de fuerte estrés.
Además, prueba de que estamos ante una alopecia causada por efluvio telógeno es que este suele manifestarse de 3 a 6 meses después del trauma: ese período de tiempo coincidiría con la aparición de los primeros casos en pacientes que resultaron contagiados por el coronavirus y sufrieron la COVID-19 entre marzo y abril.
¿Voy a quedarme calvo por la COVID-19?
Está claro que para quienes sufren esta secuela después de haber pasado por el coronavirus, la imagen del pelo cayéndose a mechones puede ser muy alarmante. Sin embargo los expertos en tricología nos dan una buena noticia: en la gran mayoría de los casos el pelo volverá a crecer. De hecho, muchos expertos en salud capilar ya habían anticipado un repunte de casos de efluvio telógeno tras el coronavirus: no solo por la enfermedad en sí, sino por el estrés del confinamiento y el miedo a la pandemia y sus secuelas.
Para entender por qué esta caída masiva del pelo es reversible hay que tener en cuenta que cada uno de nuestros cabellos pasa por 3 ciclos -crecimiento, reposo y caída- que duran unos 3 meses en total. Lo que ocurre cuando nuestro cuerpo sufre un fuerte estrés o una enfermedad grave es que una parte importante de nuestro pelo -hasta un 50% de nuestros cabellos- repentinamente pasa a la fase de caída (telógena), y se cae antes de tiempo.
Es entonces cuando se manifiesta el efluvio telógeno, que puede prolongarse unos 2 ó 3 meses en el tiempo durante los cuales veremos cómo nuestro pelo se cae mucho más de lo normal. Pero lo importante es que aunque esto nos alarme, hemos de ser conscientes de que la raíz del cabello sigue viva, y esto es la clave: el pelo que se caiga volverá a nacer. En 4-6 meses nuestro pelo habrá recuperado su aspecto normal.
Aún se desconocen muchas cosas de este virus, y una de ellas es justamente si además del efluvio telógeno existe alguna relación directa entre el SARS-CoV-2 y la caída del cabello. Por ejemplo, el efluvio telógeno ocurre casi siempre en mujeres, pero con la COVID-19 aparece también en hombres; además se desconoce por qué unos pacientes pierden pelo y otros no. Lo importante si sufrimos esta secuela del coronavirus es no alarmarse, y acudir a un especialista.