La noche del 24 de diciembre, suele ser para pubs y discotecas una jornada de lleno absoluto. Sin embargo, los crecientes casos de la variante Ómicron han hecho que todas las expectativas del ocio nocturno para Nochebuena se hayan visto frustradas por la creciente sexta ola.
El clima de temor que se ha generado en las últimas semanas ha ocasionado la caída en picado de la venta anticipada de entradas. Desde FOTUR aseguran que "muchos clientes han preferido no asistir a pesar de tener las entradas ya compradas, lo que ha supuesto un verdadero golpe para el sector".
Desde la Federación de Ocio apuntan también que "la presión policial ejercida en los locales durante las últimas semana con sanciones administrativas por no uso de la mascarilla y distancia de seguridad ha mermado aún más la actividad de los locales de ocio y entretenimiento".
La actual situación de desconcierto imposibilita el desarrollo normal de la actividad del ocio, lo que está conllevando graves perjuicios económicos y generando incertidumbres de la gestión empresarial.
Esta situación, sentencian desde FOTUR, "fomenta que el público realice este tipo de actividades en chalets y fiestas privadas que están al margen de las inspecciones".
