Fue prostituida durante cuatro años y conoce las secuelas físicas y emocionales que esto deja. Carol L., una intensa activista contra la explotación sexual, reclama el impulso de una ley abolicionista y la expropiación de los locales donde se practica y de los bienes personales de los proxenetas.
Carol L. será una de las muchas personas que participarán el próximo día 28 en Madrid en la manifestación convocada por más de un centenar de organizaciones feministas para reclamar la abolición de la prostitución bajo el lema 'Por los derechos de las mujeres, ¡ley abolicionista, YA!'.
Miembro del Font abolicionista y del Foro Valenciano para la abolición de la prostitución, esta mujer, que rezuma fuerza y valentía, explica en una entrevista con Efe que fue "captada" a los 17 años y estuvo cuatro "entrando y saliendo" de la prostitución.
Confiesa que procede de una familia desestructurada, que fue víctima de abusos sexuales y fue un niña tutelada. "Me encontré muy en desamparo", asevera, para matizar que un "momento importante en el que poner el foco es el momento de la captación", donde la "vulnerabilidad socioeconómica es un factor clave".
LEY ABOLICIONISTA
Considera que una ley de trata "no es suficiente", porque la trata es una herramienta del sistema prostitucional, y esto último es lo que, a su juicio, hay que "erradicar".
Asegura que, hasta que no se apruebe una ley para abolir la prostitución "o algo que se asemeje", se va a ir "parcheando" porque no se podrán "dar soluciones sólidas a las mujeres en situación de prostitución o a la supervivientes de la prostitución".
Alaba decisiones como la del Ayuntamiento valenciano de Albal que, de forma pionera a nivel nacional, ha fijado en 800 euros las sanciones para los "puteros" y exime de multas a las mujeres prostituidas. Considera que este municipio es "un gran ejemplo, con gente muy comprometida".
FALTA DE PROFESIONALES CUALIFICADOS
Afirma que pudo salir del mundo de la prostitución porque no tuvo "más remedio" que manejarse "en los márgenes de la legalidad" pero asegura que el "recurso habitacional y el económico" siguen siendo los grandes problemas para las mujeres que quieren dejar de ser prostituidas.
A su juicio, se trata de un proceso "largo y delicado" que precisa de profesionales que estén cualificados para este tipo de traumas y "lamentablemente" no tienen acceso a ese tipo de profesionales especializados, porque la "gran mayoría" no tiene formación específica al respecto.
"Las secuelas físicas tienen una reparación, no menos dolorosa pero sí más sencilla, pero la reparación emocional es terrible", afirma Carol, quien considera que es necesario "poner el foco en las mujeres supervivientes para darles la calidad de víctimas de violencia sexual que se merecen".
Destaca la necesidad de incidir en las medidas que se ofrecen a las mujeres, algo que cree "vital" para desarrollar unas políticas y proyectos realmente efectivos, y opina que hay un "atraso" en visibilizar y sensibilizar a la juventud y a la sociedad.
"La sociedad también es arte y parte de esta problemática, es algo que hemos normalizado y ahora toca darle el lugar que merece si queremos una sociedad más ética y más igualitaria, una sociedad progresista y feminista con la que tanto se llenan la boca desde los partido políticos", subraya.
PUTEROS Y PROXENETAS
También considera "importantísimo" poner el foco en los 'puteros' para "cambiar el estigma y ponerlo donde corresponde, que es el varón prostituyente", y en los proxenetas, "una figura bastante nublada".
Carol afirma ser partidaria de la "expropiación directamente" tanto de locales donde se practique la explotación sexual como de los bienes personales de los proxenetas.
"Creo que somos todos muy conscientes de la cantidad de dinero que mueve el sistema prostitucional, son cifras considerables, no dichas por mí sino por expertos de la policía o cuerpos que persiguen este tipo de crimen", afirma.
Según Carol, es mucho dinero que podría servir para llevar a cabo proyectos para "restaurar a las mujeres e invertir en su bienestar y su recuperación".
" Creo que no hay que escarbar mucho ni plegar grandes leyes para conseguir una abolición de la prostitución viable y unos recursos para las mujeres víctimas de la trata", sentencia.