Los vecinos del número 13 de la calle Judería están ya desesperados. Desde hace meses denuncian el peligroso estado de deterioro e insalubridad en el que se encuentra la finca colindante. Foco de ratas, cucarachas, garrapatas e, incluso, palomas enfermas que anidan en sus ventanas, califican la situación de este inmueble abandonado como insostenible. Por ello, han presentado una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil para poner en conocimiento de las autoridades esta situación.
Acompañados por el portavoz del grupo municipal socialista, Antonio González, trasladaron a los medios de comunicación sus quejas y aseguraron que llevan años reclamando una solución que nunca llega. Necesitan que se haga una limpieza en profundidad de esta finca y que se tomen las medidas oportunas para que no se vuelva a acumular ahí basura y maleza que provoque que se repita esta situación que califican de “auténtico peligro de salud pública”.
Igualmente aseguran que han puesto en conocimiento del Ayuntamiento esta situación sin que se haya hecho caso al problema en más de dos años.
Por su parte, el PSOE de Vejer se ha comprometido a emitir un informe de la situación y presentar un escrito en el Ayuntamiento solicitando una solución urgente para dichos vecinos. “No podemos esperar a que llegue el calor y la situación se agrave”, apuntan. “No pararemos hasta que Diego, Cristóbal e Isabel puedan vivir tranquilos en sus casas sin el miedo a que una rata se les meta en su vivienda”, añade.
Pero el problema de las fincas abandonadas que se registra especialmente en el casco histórico de la localidad no solo afecta a estos vecinos. Son muchas las fincas, especialmente en ese entorno, pero también en otros puntos de la población, que se encuentran en estado de total abandono y que presentan problemas de insalubridad e incluso deficiencias estructurales de las edificaciones que podría llegar a producir derrumbes. Se hace necesario un control exhaustivo del estado de estas fincas abandonadas y una actuación por parte de las administraciones competentes para exigir a sus propietarios su mantenimiento o rehabilitación.