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Arcos

Los rocieros agradecen su reencuentro con la Virgen

La hermandad arcense realizó el fin de semana su peregrinación extraordinaria a Almonte. El nuevo sacerdote de la localidad Pedro Antonio Lozano les ofreció la eucaristía

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  • Los tamborileros estuvieron prestos para su reencuentro con la Virgen. -

La hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Arcos de la Frontera acudió el pasado fin de semana a su cita anual ante la Virgen del Rocío con motivo de la peregrinación extraordinaria.
Los rocieros arcenses partieron de la parroquia de San Francisco con el rezo de la salve antes de velar el simpecado. Alrededor de las 9.30 horas se procedió al embarque en Bajo de Guía para emprender el camino por el Coto de Doñana. Durante el camino se vivieron momentos de convivencia y hermandad en torno el rezo del ángelus a media mañana en Carbonera, la parada en el Cerro de los Ánsares y el sesteo en el Corral de Félix. La expedición arcense llegó a la aldea de Almonte, donde rezó el rosario ante el bendito simpecado. No faltaron las sevillanas de alabanza a María Santísima del Rocío, entonadas por varios hermanos de la corporación.


El domingo  el tamborilero Yiyi de Triana, con sus sones del toque del alba, despertó a los hermanos muy temprano para organizar la comitiva rumbo a Almonte y celebrar la eucaristía ante la Virgen del Rocío en la Parroquia de la Asunción, lugar donde se encuentra la Virgen desde el pasado mes de agosto, fecha en la que se celebró el tradicional traslado que tiene lugar cada siete años.
Una vez en Almonte, la corporación procesionó por las calles del pueblo rumbo a la parroquia de la Asunción. La hermandad de Arcos celebró la eucaristía ante las benditas plantas de la Virgen del Rocío, patrona de Almonte. En esta ocasión, una representación de la hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Tres Caídas de Arcos de la Frontera acompañó a la corporación rociera arcense en esta eucaristía con motivo de la proclamación del año Santo Jubilar Mariano Rociero.
La misa fue oficiada por el sacerdote arcense Pedro Antonio Lozano Ramírez y acompañada por los cantos del grupo Albores.


Tras la eucaristía, la hermandad regresó a la aldea del Rocío, donde se mantuvieron unos momentos de convivencia en la casa-hermandad, para más tarde emprender el camino de vuelta por la playa de Malandar.


Con la llegada a Arcos se dio por finalizada la peregrinación extraordinaria de 2013, no sin antes proceder al rezo de la salve ante el bendito simpecado de la hermandad en la Parroquia de San Francisco, donde sonaron vivas a la Virgen por parte del hermano mayor, Faustino De la Villa.

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