Aunque estaba a la espera de saber cuantas carreras tendrá por delante, el gentleman madrileño afrontará su cuarta temporada en el gran espectáculo de las playas del sur. El jinete de la capital de España afronta un interesante calendario porque antes de competir en las pruebas que se celebrarán en Sanlúcar de Barrameda habrá estado en San Sebastián, Loredo, Madrid y Francia, con lo que tendrá que hacer frente a muchos kilómetros.
Guarda muy buenos recuerdos del litoral sanluqueño porque en el 2012 logró dos victorias, las únicas que tiene en su palmarés en la Ciudad de la Manzanilla.
Además, este año será muy especial para él porque representa a España en el Campeonato del Mundo, ocupando actualmente el cuarto puesto en la general. Tiene el honor de haber logrado la victoria en la carrera que se celebró en Madrid. En este sentido, señala que “he ganado donde más ganas tenía de hacerlo y más siendo mi primer año en este campeonato. Intentaré acabar entre los res primeros clasificados. De momento, compagino bien el trabajo con tantas horas de vuelo, aunque lógicamente se nota el cansancio. Menos cuando se consiguen las victorias”.
Acostumbrado a tener que hacer frente a tantas carreras en los hipódromos, competir en Sanlúcar de Barrameda es diferente y atractivo: “Disputar las carreras en la playa es distinto, diría que especial. Me encuentro muy a gusto porque tiene de todo en generla. Me quedo con el ambiente, como vive el público las carreras y el clima. Se palpa un ambiente muy campechado en un escenario distinto a cualquier otro. Ver al público en bañador no se ve en los hipódromos”.
El único pero que le pone a sus participacione en Sanlúcar de Barrameda lo encuentra en una caída que sufrió el año pasado, aunque como el mismo reconoce “eso forma parte del deporte y no hay más que aceptarlo”.
Nicolás de Julián intentará de aumentar el número de victorias que ha acumulado en Sanlúcar de Barrameda es una temporada muy especial para él porque está disputando el Campeonato de Mundo de Gentlemen.
Al menos, estará presente junto a la desembocadura del río Guadalquivir con el buen sabor de boca que supuso los triunfos obtenidos en el 2012.