Efectivos del Seprona de la Guardia Civil de Sevilla han recuperado 400 kilogramos de cable de cobre de gran calidad del interior de una furgoneta y dispuestos para su comercialización fraudulenta, en las inmediaciones de una chatarrería de la capital hispalense.
Según informa en un comunicado, el cobre, que cuando ha sido requisado estaba pelado, es decir, sin su recubrimiento de goma, se trata de un cable trenzado de 19 cordones, flexible y con distintas secciones de diámetro: 15 y 20 milímetros respectivamente.
El cable es de muy buena calidad y con muy poco uso, por lo que la Guardia Civil presume que pudiera ser de una planta fotovoltaica o, incluso, de una planta de placas solares, y que por sus características estaba dispuesto para su intento de venta en una chatarrería.
La intervención de la Guardia Civil surge cuando una Patrulla del Seprona de Sevilla vio a una furgoneta estacionada en las inmediaciones de una chatarrería de la zona norte de la capital y descubre en su interior se encuentra el cobre ahora recuperado, aunque no se encuentra al titular y su conductor por las inmediaciones. No obstante, sí se detectan dos ciudadanos de origen rumano próximos al vehículo, al ser identificados por los agentes, uno de ellos resulta estar vinculado familiarmente al titular de la furgoneta.
Dada la situación, sospechan que el responsable de la mercancía y de la furgoneta se fue de la zona al ver la llegada de la dotación del Seprona a las inmediaciones de la chatarrería, quedándose los otros dos custodiando la mercancía, presumiblemente, a distancia. Por estos hechos la Guardia Civil está instruyendo las respectivas diligencias y la posible vinculación de estas personas con los hechos investigados.
La Benemérita ha resaltado que el robo de cobre produce graves perjuicios económicos a los distintos sectores empresariales víctimas de estas conductas delictivas, sin olvidar que en cierta ocasión ha podido fallecer alguna persona, o resultado herido de gravedad, al manipular cuadros de luz u otros habitáculos donde se cobija el cobre para sustraerlo, viviéndose verdaderas situaciones de riesgo.
Estas actuaciones, en ocasiones, las realiza la Guardia Civil de Sevilla en colaboración con otras administraciones para controlar el comercio irregular en la venta de cobre robado, centrándose parte del trabajo en el control e inspección en chatarrerías y centros gestores de residuos metálicos.
