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?La provincia es pionera en producción ecológica?

?Las buenas prácticas agrarias son el principio fundamental para preservar el Medio Ambiente?

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  • Juan Antonio Blanco lleva desde el año 2000 como delegado provincial de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía. -
Juan Antonio Blanco, el Delegado Provincial de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta en Cádiz, nació el 3 de Octubre de 1965 en Bornos. Está casado y tiene dos hijos. Fue nombrado en su actual cargo el 27 de junio de 2000 y es diplomado en Magisterio. Desde entonces se encuentra en excedencia de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz, donde ha desempeñado los cargos de responsable de la Agencia de Colocación, Servicio de Agua Mancomunado, así como de los Programas Sociales.
En el desempeño de su actividad política ha ocupado distintos cargos de responsabilidad en el Ayuntamiento de Bornos, así como en la Agrupación Local, siendo ahora miembro de la Ejecutiva Provincial. 
-¿Cuál es la situación actual de la Delegación que usted dirige? ¿En qué proyectos están inmersos?
-La situación en la que nos encontramos es la de poner en marcha los planes y programas que corresponden al ámbito rural y pesquero. En los presupuestos que se están presentado  para el próximo año, la Consejería de Agricultura y Pesca apuesta por la investigación e innovación como claves para asegurar un crecimiento sostenible.
También se va a  incrementar la inversión en I+D+i, que es una de las claves para aumentar la competitividad e internacionalización del sector agroalimentario andaluz, para que nuestra agricultura y pesca generen nuevos productos atractivos al mercado y al consumidor y para que el mundo rural sea sostenible a través de la innovación.
Lo que se pretende es que los sectores agrario y pesquero sigan creciendo y siendo competitivos en la actual situación económica gracias a la fortaleza de ambos, y que sigamos siendo un referente en el sector primario, no sólo en el ámbito andaluz, sino también en el europeo.
El objetivo es que todas los proyectos  que se desarrollen contribuyan para que el sector primario siga siendo un  sector estratégico de la denominada economía real, como lo revelan los datos macroeconómicos del año 2008. Estos datos apuntan a una Producción de la Rama Agraria de 10.388,23 millones y una Renta Agraria de 8.915,06 millones(2,45 % más que en 2007). Siguen creciendo las exportaciones agroalimentarias, que en el primer semestre de 2008 ascienden a 3.432,6 millones (9,8% más que en el mismo semestre del año anterior). A esta aumento ha contribuido la provincia de Cádiz, con una renta por ocupado que se ha situado en torno a los 44.600 euros, por encima de la renta media regional.
-¿De qué manera se conjugan agricultura y medio ambiente?
-La complejidad de la relación entre agricultura y medio ambiente  (procesos nocivos y beneficiosos, diversidad de las condiciones y sistemas de producción locales) ha condicionado el planteamiento de la integración medioambiental en la PAC. El principio fundamental para comprender esta relación es el de las buenas prácticas agrarias, requisitos que corresponden al tipo de actividad agraria que un agricultor responsable deberá poner en práctica en una determinada región. Ello incluye como mínimo el cumplimiento  de la legislación comunitaria y nacional sobre medio ambiente. Las buenas prácticas agrarias implican, por ejemplo, el cumplimiento de la Directiva de nitratos y el uso de productos fitosanitarios.
Así, desde la Agenda 2000, la política agrícola común cuenta con dos pilares: la política de mercados y rentas (primer pilar), y el desarrollo sostenible de las zonas rurales (segundo pilar). La reforma de la PAC realizada en 2003 mejora la integración medioambiental a base de medidas nuevas o revisadas para fomentar la protección del medio agrario en ambos pilares.
En lo que atañe a la política de mercados y renta, el instrumento clave es la condicionalidad. La reforma de la PAC de 2003 supone también desvincular de la producción la mayor parte de las ayudas directas. Esto  ha significado reducir muchos de los incentivos para la producción intensiva que han venido relacionándose a riesgos cada vez mayores para el medio ambiente.
Por lo que respecta a la política de desarrollo rural, la obligación de cumplir unas normas mínimas medioambientales es condición necesaria para poder acogerse a diversas ayudas previstas en una serie de medidas de desarrollo rural, tales como inversiones para la creación de explotaciones agrarias, establecimiento de jóvenes agricultores y mejora de la transformación y comercialización de productos agrícolas.
-¿Apuesta Cádiz por la agricultura ecológica?
-No olvidemos que la agricultura ecológica nace de la preocupación cada vez más presente  en nuestra sociedad, por conservar nuestro entorno y cuidar la salud. En gran parte de nuestra provincia, tradicionalmente se ha producido bajo métodos ecológicos, pero es a partir del año 1998 cuando la agricultura ecológica tiene un gran impulso originado principalmente por las ayudas a la producción de métodos compatibles con el medio ambiente.
Actualmente en la provincia de Cádiz existen 100.000 has inscritas como superficies de producción ecológica, la mayor parte de ellas de pastos para la ganadería, y somos la segunda provincia andaluza, tras Huelva, en superficie certificada de manera ecológica.
-Sobre la energía, algunos cultivos se están llevando a cabo con el fin de servir como carburantes, ¿cuáles existen en la provincia, cuál es su situación y si éstos son el futuro de buena parte de la agricultura en la provincia?
-Lo cierto es que se ha creado una fuerte expectativa en la utilización de algunos  cultivos para su uso como carburantes. En este sentido los datos de la última campaña en  uno de los cultivos  que actualmente tiene este  uso, como es la colza, aportó cifras muy modestas, que no sobrepasaron las 200 has, con unos rendimientos de 1000 kg/ha que no  justifican su uso para este fin.
Vivimos en un momento en el que el precio de los alimentos justifica el uso de las tierras agrarias para la alimentación. Y es  en este aspecto, por el que debemos dar un salto a los biocombustibles de segunda generación, obtenidos  con productos que no interfieren en la alimentación. En este sentido el IFAPA de Jerez ha participado junto con el IFAPA de Alameda del Obispo de Córdoba de, en la elaboración de una nuevo proyecto sobre el cultivo de la colza oleaginosa para su uso como biocombustible. Este proyecto está financiado por el IFAPA y enmarcado dentro de la Red Andaluza de Experimentación Agraria. Esta Red también investiga sobre los subproductos del olivar con este mismo fin. Y además debemos profundizar en biomasa, no sólo en limpieza de los bosques, sino en la utilización de residuos, con lo que cerraríamos un ciclo perfecto.
-¿De qué manera está afectando la crisis global y económica que vivimos a la Agricultura y Pesca?
-De forma desigual. Hay que tener presente la volatilidad de los precios de la energía y de las materias primas y las dificultades que eso conlleva a la hora de hacer análisis y previsiones.
No obstante lo anterior, en los últimos meses se ha producido la bajada del precio del petróleo y en menor medida de las materias primas, lo cual favorece sin duda las rentas del sector. En cuanto a los fertilizantes, tras el ascenso de su coste ligado a la subida del precio internacional de los combustibles y de la demanda de otros países emergentes, debería producirse una bajada de sus precios en la misma proporción.
Las restricciones del crédito dificultan el acceso a la financiación del sector. Aunque en el último mes se está apreciando una bajada de tipos de interés que será beneficioso.
-¿Qué medidas se están tomando?
-Se han tomado todo un abanico de medidas, unas de carácter general y que afectan a todos los sectores, como es la bajada de los tipos de interés, que aumentará la liquidez de los agricultores, y otras de carácter sectorial como son el acceso a préstamos preferentes, subvenciones para razas autóctonas, otras de apoyo a la mejora medio ambiental... etc.

Esperamos que en las próximas semanas, debido al descenso del precio de los cereales, se produzca una bajada en el precio de los piensos. Si esto no ocurre, la Junta de Andalucía tiene previsto  a presentar una denuncia ante el Tribunal de la Competencia porque la bajada entre un 30 y un 40 por ciento el precio de los cereales  debe repercutir necesariamente en el coste de los piensos y los fertilizantes, ya que los ganaderos no deben soportar ese sobrecoste, que no es razonable.
-¿Cuál es el futuro de estos sectores bajo su punto de vista?
-Desde todos los estamentos y muy especialmente desde la Consejería de Agricultura y Pesca, como es lógico, se apoya el papel de la agricultura en la sociedad y la economía en general, un papel que se ha visto reforzado en el escenario actual presidido por grandes retos mundiales como la globalización y el cambio climático, entre otros factores.
Nadie duda del valor estratégico del sector primario desde el punto de vista del abastecimiento de alimentos, y por tanto los  grandes retos de este sector han dado lugar a una agricultura que se mueve condicionada por la exigencia de satisfacer las necesidades alimenticias de la población mundial, el cambio climático y el agotamiento del actual modelo energético, tres aspectos claves de la crisis económica. Con este escenario de fondo, Andalucía debe abogar por un modelo de desarrollo que revalorice la agricultura desde su multidimensionalidad y sus contribuciones multisectoriales al desarrollo, situándose como uno de los ejes fundamentales para afrontar los problemas globales de pobreza, nutrición, seguridad alimentaria, energía sostenible, entre otros.
En este nuevo contexto la agricultura tiene mucho que decir y aportar como fuente de alimentos que son el resultado de producciones agrarias más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente cómo las que se están desarrollando y consolidando, en Andalucía. En este sentido ha resaltado que nuestra comunidad es pionera y ejemplo del buen hacer en prácticas sostenibles, como así lo avalan las más de 600.000 hectáreas dedicadas a la producción ecológica, 100.000 de ellas en Cádiz.
Junto con la sostenibilidad, la globalización y el cambio climático, el sector debe asumir otros grandes retos cómo una mayor dimensión de las estructuras productivas y comerciales y la apuesta por la investigación, la innovación y el desarrollo. Unos cambios que deben protagonizar los agricultores y ganaderos, a pesar del interés y la apuesta de la administración, actores y entidades comprometidas con la sociedad.
-¿Está la provincia de Cádiz preparada para el futuro?
-Bueno el futuro siempre está por escribir, pero igual que  no hace demasiado tiempo nos preparamos y adaptamos a las circunstancias del momento, como fueron la entrada en la Unión Europea, estoy seguro que también lo estaremos para adaptarnos a los grandes retos del futuro.
Tal y como ha dicho el Consejero recientemente con respecto a lo que debe ser el futuro  del medio rural, apelaba a “unas nuevas bases morales para la economía, un nuevo sueño europeo, andaluz, de una sociedad más cohesionada, con protección social para todos y crecimiento económico ético y sostenible, donde la agricultura jugará un papel estratégico y de vanguardia”, que es una pretensión muy adecuada para la época que estamos viviendo.

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